El caso del empresario que arrolló con su camioneta a tres personas en un restaurante de La Molina ha generado indignación entre los familiares de los heridos. Denuncian inconsistencias en el proceso de investigación y temen que se esté favoreciendo al implicado.
Uno de los principales cuestionamientos recae sobre el resultado del dosaje etílico, que registró un nivel mínimo de alcohol en sangre. Los familiares afirman que esto no coincide con lo que se observa en las imágenes del local y sospechan de una posible alteración de pruebas.
También critican la actuación de las autoridades policiales, al considerar que minimizaron la gravedad del hecho. Alegan que, pese a tratarse de un caso en flagrancia, no se ha dictado una medida restrictiva contra el conductor, quien podría eludir la justicia.
La defensa de las víctimas anunció que presentarán una denuncia por tentativa de homicidio y lesiones graves. Mientras tanto, uno de los heridos continúa hospitalizado, y la familia exige que se investigue con imparcialidad y se sancione conforme a la ley.