Miguel Requejo quedó a la espera de que el Instituto Nacional Penitenciario decida dónde cumplirá sus nueve meses de prisión preventiva.
Miguel Requejo quedó a la espera de que el Instituto Nacional Penitenciario decida dónde cumplirá sus nueve meses de prisión preventiva.

De próspero empresario -según sus propias palabras- pasó a ser un presidiario. Y es que Miguel Ángel Requejo Astochado (51), afrontará nueve meses de prisión preventiva por empotrar su moderna camioneta en el restaurante El Charrúa, en La Molina.

Ayer, este investigado, quien ya es señalado como el ‘Loco del Volante’ por su demencial acto, fue trasladado a la carceleta del Penal Ancón II, donde permanecerá hasta que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) lo clasifique y determine el centro carcelario en el que cumplirá la medida restrictiva que le impuso la jueza Kharla Orellana Sánchez, del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de La Molina.

Requejo Astochado fue trasladado en una van del INPE, en custodia de al menos cinco agente policiales. Se le pudo observar en silencio y cabizbajo mientras era dirigido al vehículo. No hubo detalles de su ingreso a la carceleta.

Situación

Al cierre de esta edición, el INPE aún evaluaba la prisión que albergará a Requejo Astochado durante los próximos nueve meses.

Trascendió que por los horarios propios de la administración pública, el traslado final del detenido se realizaría en el transcurso de hoy.

Durante la audiencia en la que se determinó la prisión preventiva, Requejo Astochado negó entre lágrimas que haya querido hacer daño a los comensales del local.

Además, intentó argumentar que impactó el restaurante porque es muy difícil manejar su camioneta y porque estaba sin lentes. Sin embargo, la Fiscalía recordó que cuenta con antecedentes de violencia del 2024 y 2014, cuando también irrumpió con su vehículo en un local de San Isidro, y agarró a correazos a una vecina, respectivamente.