Máxima Coñas Choje pudo salir a tiempo de su vivienda de esteras, ubicada en la ampliación del asentamiento humano Joaquín Rete, en Mala, cuando la tierra tembló y empezaron a caerle piedras.
Una parte de su precaria casa terminó siendo aplastada. La ladera donde vive es considerada por la Municipalidad de Mala como de alto riesgo; sin embargo, al igual que ella cientos de personas han instalado esteras o tripleys para habitarla.
En otra zona alta de Mala, en Buena Vista, otra vivienda resultó afectada con la caída de piedra. De acuerdo a la jefa de Defensa Civil, Angela Cuya, solo estas dos casas y tres centros educativos sufrieron daños tras el movimiento telúrico. Sin embargo, el riego es inminente.