En diálogo con Correo, el vocero de Transportes Unidos (TU) relata por qué los gremios no detuvieron sus actividades tras el atentado contra la empresa San Germán y qué esperan para emprender nuevas medidas de fuerza.
¿Los gremios de transporte ya definieron una fecha para un nuevo paro?
No, no hay fecha. Se han establecido dos nuevas reuniones, una con el Ministerio de Transportes, y otra con la ATU. Hemos estado en coordinaciones con el ministro Vicente Tiburcio. Nos pareció un buen gesto de su parte, y del Estado, que haya asistido a la terminal de la empresa San Germán luego del atentado. Se han reunido los delegados y no hubo una posición para el paro ni una fecha. Esperemos que no haya otro (atentado), porque eso puede desencadenar un efecto dominó.
¿Han mejorado las cosas en el transporte?
No, no es que las cosas hayan mejorado. Hay bandas que han aparecido, nuevas, y que están siendo parte de la denuncia en reserva de muchas empresas. Estamos a la espera de las reuniones con el Ejecutivo y que los puntos de agenda trazada hace una semana se sigan cumpliendo. Lo más importante es que baje el índice de criminalidad, que no se reduce.
La decisión de no acatar un paro ¿es tomada por la mayoría o tiene posiciones en contra?
Nosotros somos un grupo de conos, Cono Norte, Cono Sur, Cono Este, Cono Centro. Somos ‘Transportes Unidos’, y la posición es que todavía no se ha puesto fecha. Hay gremios que no son representativos, son cascarones. Otros son ilegales, otros, tienen una posición política, como la llamada Unión Gremial, Unión Gremial Multimodal.
¿Por qué deciden no parar si los atentados continúan? ¿Ha sido un pedido del Ejecutivo?
No, no ha sido así. El anuncio de paro prácticamente ha sido un ultimátum a raíz de lo ocurrido con San Germán. Apenas pasamos el comunicado, pasó lo del El Rápido (otro ataque). Pero no ha habido, hasta el momento, una acción tan fuerte, tan sádica, tan inhumana, tan escandalosa como la de San Germán, a la que le han tirado una ráfaga de 17 balas. Por obra y gracia del Espíritu Santo no ha pasado nada. Entonces estamos en una especie de paz armada, en la que todos están a la expectativa de lo que puede pasar. Pero lo que sí te comento y así, radicalmente, es que nosotros no vamos a hacer un paro porque alguien lo pide, o porque alguien quiere un cambio de la mesa directiva (Congreso) o que se cambie de presidente, o que salga (Pedro) Castillo. Eso lo descartamos totalmente.
¿Quién está promoviendo este tipo de paros?
Están muy vinculados al transporte ilegal. Ellos no tienen unidades, no tiene nada que ver con los temas que nosotros afrontamos día a día.
¿Un atentado de gran magnitud, con fallecidos y heridos, será el punto de inflexión para el paro?
Sí. Eso va a originar que los delegados se junten y lógicamente esto va a originar una posición de inflexión. En el comunicado advertimos que si sucede un ataque con la misma magnitud sufrida por San Germán, lamentablemente se va a parar. Pero hemos visto que con este ultimátum también originó una respuesta de solidaridad, podríamos decirlo así.
¿Se ha definido cuánto tiempo se esperará para acatar la paralización luego de un nuevo atentado?
Si llegara a pasar, nos vamos a reunir los conos, y creo que en no más de 24 horas se señalará una fecha. Pero no es el caso aún. Simplemente es una expectativa de terror o de mejora. Esperemos que sea la segunda.
¿El paro sería de 24 o 48 horas?
De acuerdo lo establecido, será de 48 horas.
¿Cómo ve esta nueva ampliación del estado de emergencia? ¿Ha tenido resultados en el transporte?
Lamentablemente los estados de emergencia en los últimos meses no han dado resultados. No somos mezquinos, ha habido capturas. Esperemos que este estado de emergencia mejore la coyuntura. Estamos esperando las declaraciones del presidente en cuanto a estadísticas, capturas, mejoras. Aún no confiamos en que un estado de emergencia mejore la situación.





