Marina y su hijo Diego, caminan hacia una nueva vida, tras convertirse en protagonistas de una de las mayores proezas médicas en EsSalud, el primer trasplante hepático con donante vivo adulto realizado por médicos peruanos en el país, una intervención de alto riesgo en la que se extrajo el 65% del hígado del donante, de 26 años de edad, para que sea implantado a su propia madre, cuyo órgano ya no funcionaba y su vida corría peligro.

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“Aplaudo la gran capacidad médica y operativa de cada uno de los profesionales del hospital Guillermo Almenara, que han participado de esta jornada maratónica de 19 horas operando en simultáneo, gracias a su excelencia y tras un estudio meticuloso se ha logrado la extracción e implantación del órgano con resultados exitosos”, expresó la titular de EsSalud, María Aguilar.

Marina, una ama de casa de 59 años de edad llevaba más de medio año en lista de espera tras ser diagnosticada de cirrosis hepática en estadio terminal. En setiembre del 2024 su salud empeoró, pero ningún donante aparecía. Ante esta realidad, los profesionales recurrieron a una innovadora técnica “el trasplante hepático con donante vivo adulto”, que se hacía por primera vez por médicos peruanos, en el hospital Guillermo Almenara, pionero de los trasplantes en el país.

Tras las cirugías exitosas y seis meses de recuperación, el hígado de Diego volvió al 85% de su tamaño inicial, ya que este órgano es el único que puede regenerarse. Sin limitación ni secuela alguna, Diego, pudo retomar sus actividades diarios con total normalidad. Asimismo, su mamá podrá volver a sus actividades y, con controles médicos periódicos, seguir disfrutando de los suyos.

Hace 26 años Marina le daba vida a Diego y, ahora, él ha tenido la oportunidad de regalarle a su madre más años y una mejor calidad de vida. La presidenta ejecutiva de EsSalud, además, resaltó las investigaciones permanentes que realizan los médicos para hallar nuevas técnicas que, apoyados de la avanzada tecnología, les permite salvar la vida de más asegurados, garantizando el bienestar y la salud del donante.

La intervención contó con un equipo multidisciplinario altamente calificado, integrado por más de 50 profesionales entre médicos, cirujanos, enfermeras, técnicos, radiólogos, tecnólogos y administrativos, dirigidos por los doctores Félix Carrasco Mascaro y Félix Ortega Álvarez.

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