Tras el fallecimiento del papa Francisco, la Nunciatura Apostólica en Lima, residencia oficial del pontífice durante su visita al Perú en 2018, permitió el acceso exclusivo a sus instalaciones en un gesto de cercanía durante este momento de duelo.

El nuncio apostólico, Paolo Rocco Guidi, guió el recorrido por este emblemático recinto, destacando que “es la casa del papa en cada país”.

Durante la visita, se mostraron espacios íntimos como la capilla privada donde Francisco celebró misa y el famoso “balcón histórico”, desde donde bendijo a miles de fieles reunidos en Jesús María en 2018.

Este mismo balcón fue utilizado años antes por Juan Pablo II en 1985, convirtiéndose en un símbolo del vínculo entre el Vaticano y el pueblo peruano.

El recorrido también incluyó la biblioteca, el Salón Dorado y un objeto de especial valor sentimental: el solideo blanco que el papa obsequió como recuerdo de su visita al Perú, la cual se realizó entre el 18 y el 21 de enero de 2018.

“El papa Francisco quedó impactado por la devoción del pueblo peruano”, recordó el nuncio Guidi, quien invitó a los fieles a “rezar por su alma, fue un gran pontífice”.

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