San Juan de Lurigancho atraviesa una crisis de seguridad alarmante tras una noche marcada por la violencia. En un lapso de menos de 24 horas, dos homicidios ocurrieron en este distrito, elevando la preocupación entre los vecinos.

A las 10:30 p.m., un vigilante fue asesinado en plena vía pública, y tan solo dos horas y media después, otra persona perdió la vida en un ataque ocurrido a pocas cuadras de distancia.

Durante la madrugada, la situación se tornó aún más alarmante cuando la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) fue llamada a intervenir en la avenida Canto Grande.

Dos artefactos explosivos fueron hallados: uno frente a un gimnasio y otro en la puerta de una ferretería. Ambos negocios se encuentran en el epicentro de una serie de amenazas y extorsiones que, según las investigaciones preliminares, habrían sido perpetradas por bandas delictivas que operan en la zona.

El propietario de la ferretería, quien había sido víctima de extorsión hace un año, reveló que nuevamente recibió amenazas. Esta vez, los delincuentes le exigían un pago de 20 000 soles para evitar daños mayores.

La intervención oportuna de la UDEX evitó una tragedia mayor, ya que los artefactos no detonaron. Los agentes aseguraron la zona y retiraron los explosivos de forma segura, evitando posibles víctimas y daños materiales.

Las autoridades han redoblado los esfuerzos para identificar a los responsables de estos crímenes y frenar la ola de violencia que sacude San Juan de Lurigancho.

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