La desesperación de los vecinos de San Juan de Lurigancho que sufren la falta fe agua desde el pasado 13 de enero tras el aniego de aguas servidas, ha ocasionado que agentes de la Policía Nacional reguarden la repartición de agua para evitar el caos.
Son alrededor de diez efectivos que permanecen en los exteriores del local de Sedapal ubicado en la cuadra 31 de la avenida Próceres de la Independencia y que es uno de los principales puntos de repartición de agua.
"Estamos desde hace cuatro días para mantener orden. No solo la gente se pelea por el agua, sino también el lugar se ha convertido en un paradero informal de mototaxis y autos", dijo un efectivo policial.
Los vecinos que sufren la falta de agua acusaron a Sedapal de no repartir este recurso en las zonas alejadas, por lo que tienen que comprar agua a los cisternas particulares que les cobran hasta 15 soles por un balde con capacidad de 20 litros de agua.