La situación de los agricultores de Moquegua sigue siendo crítica. A parte de sufrir los daños por la crecida del río, desconfían de sus autoridades y creen que los abandonaron.
Fablo Ventura cultivaba maíz en el valle de Tumilaca. Esperaba cosechar su producción, pero hace unos días fue un mudo testigo de cómo la media hectárea de su huerta era arrasada. "Perdí mil 500 soles, todo se ha ido", contó con preocupación.
María García tiene parcelas en la quebrada de Ollería Hace dos días, la torrentera se activó y sus sembríos de alfalfa, papas, zanahoria y cebolla se echaron a perder. "Las autoridades no vienen a ayudarnos" sostiene.
En tanto que Óscar Sixto cuenta con resignación cómo 2 hectáreas de cebolla y alfalfa se "hicieron agua" por la crecida.
Los hombres de campo esperan que no se repita el fenómeno.