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La familia de Oscar Guzmán (53), ingeniero desaparecido el pasado 2 de febrero en Ilo – Moquegua, se ha reunido nuevamente, no para celebrar una fecha especial como acostumbraban, sino para buscarlo y cargar juntos el peso de la angustia.

Cada Mañana, desde hace 14 días, su esposa Frida Villafuerte y sus tres hermanos se dividen en cuatro grupos y recorren las calles. Día tras día regresan al mismo balneario donde Oscarito –como le dicen de cariño– salió a correr y no regresó más.

“La familia está devastada. No sabemos qué más hacer. Lo buscamos desde la madrugada hasta la noche, en la playa y lugares cercanos. Preguntamos a una y otra personas, pero nadie sabe nada de él. Ése es nuestro trabajo diario desde que desapareció”, cuenta Rosa Guzmán tratando, en vano, que no se le quiebre la voz.

De las investigaciones de la Policía, dice, no saben nada. Hasta el momento las pocas averiguaciones las hizo la familia. Pero el último 13 de febrero llegaron desde Lima cuatro oficiales de la PNP, especialistas en búsqueda de personas. “Confiamos que ellos puedan ayudarnos, porque pasan los días y nos desesperamos más”, manifiesta Rosa.

INGENIERO EXITOSO. De Oscar se sabe que es un reconocido ingeniero mecánico. Se casó con la arequipeña Frida Villafuerte y juntos iniciaron una vida próspera en Suecia. Allí, él se desarrolló profesionalmente y hasta hace poco fue invitado a participar de diferentes eventos gubernamentales y académicos como conferencista. Tiene tres hijos, los cuales permanecen en dicho país, angustiados por no tener noticias de su padre.

“Oscar siempre viene al país en fechas importantes. El 27 de enero llegó hasta Arequipa para realizar el acabado de una casa que está contruyendo allá en Alto Misti. Su idea es tener un lugar donde llegar con su familia cada vez que visite el Perú”, cuenta Rosa. Luego, como se sabe, el 30 de enero viajó a Ilo a visitar a sus padres. Tres días despúes desapareció.

En realidad ningún miembro de la familia vive en Ilo. Los padres de Oscar, Don Juan y Doña Carmen, estaban allí solo de vacaciones. Ellos viven en Lima con Rosa. Los otros dos hermanos migraron a Suecia siguiendo su ejemplo, pero regresaron apenas les comunicaron lo ocurrido.

ANGUSTIA. “Estamos juntos, y aunque nos sentimos enfermos por todo lo que está pasando seguimos buscando a Oscarito. Nuestra madre sufre de diabetes y en ante toda esta 'pesadilla' se encuentra delicada de salud”, explica Rosa. No obstante, asegura que ella, sus hermanos y amigos seguirán manteniendo la fe de encontrarlo pronto, a salvo. “Bueno, me despido, tengo que seguir buscando a mi hermanito”, finaliza.