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Atesorar el folclor de Moquegua y cultivarlo en los más jóvenes está en buenas manos. El Centro Cultural Raíces y sus 15 años que tiene en la región, así lo han demostrado.

Sus presentaciones transmiten la esencia de la danza, música y sobre todo nuestra propia identidad.

Su fundador, Juan Carlos Álvarez Flores quien además es docente de profesión, explica que todo comenzó el 20 de noviembre de 1999. Mientras relata los inicios de Raíces, ordena a los coreógrafos para lucir lo mejor posible, pues dentro de poco empezaremos la sesión fotográfica.

“Con mis compañeros nos presentamos en el festival Tecnodanza. Luego de ganar el concurso nació la idea de no solo participar para el festival, sino hacerlo permanentemente”, explica Juan Carlos.

Inicialmente fue Agrupación Folclórica Latinoamericana Raíces, por sus siglas AFLAR. Luego siguieron varias denominaciones, pero todo encaminado a ser la institución que ahora -a usted y a mi- nos representa en el interior del país, como en el extranjero.

Raíces, cuenta con 12 parejas estables. Pero también hay aspirantes que se esfuerzan por ser parte de sus presentaciones.

El repertorio del centro cultural es diverso. Desde las danzas típicas de Moquegua, hasta las del Perú profundo.

Uno puede encontrar a “Los arrieros de Matalaque”, la “Marinera moqueguana”, el “Carnaval de Putina”, “Tunas Palliri” y la infaltable “Polka moqueguana”.

Para el 2015 tiene pensado incluir cuatro danzas regionales al variado repertorio que tiene Raíces.

La danza te permite relajarte. Pero se trata de disciplina y competencia. Nuestros integrantes son colegiales, universitarios y también profesionales”, comenta Juan Carlos.

Además enfatiza que en sus filas hay ingenieros, contadores y abogados. A todos, les une el arte de la danza.

Sommer Villegas, es una de las más antiguas del grupo. Forma parte de él, hace cinco años. Actualmente estudia administración de empresas.

Ella cree que la práctica es la clave en el arte de la danza. Hace un tiempo atrás, su mayor obstáculo fue aprender a bailar festejo. Ensayando 2 horas diarias y durante un mes, valieron para dominar los movimientos de la danza afroperuana.

A sus 20 años, aprendió a ser perseverante y luchar para conseguir sus sueños.

Valentina Díaz tiene 15 años. Ella ingresó a Raíces, atraída por la música moderna. Pero aprendió a bailar polka y marinera. Le encanta usar los vestidos tradicionales de Moquegua.

Otro de los miembros del ballet folclórico, es Frank Velez. A sus 24 años domina a la perfección la marinera. Recientemente egresó de la carrera de ingeniería ambiental. Él afirma que en el grupo encontró a su segunda familia. Se preocupan los unos por los otros.

Así, el Centro Cultural Raíces, espera seguir difundiendo el folclor de Moquegua y de nuestro país. Esperan en febrero concretar una presentación en la región de Iquique (Chile) para febrero próximo. Ansían repetir la experiencia que tuvieron a inicios del 2014, cuando representaron al Perú en la ciudad chilena de Antofagasta.

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