Complejo perteneció a los yaros, antes de los incas
Complejo perteneció a los yaros, antes de los incas

Goñicutac es un complejo arqueológico ubicado a 60 km al norte de Cerro de Pasco. Posee una arquitectura soberbia digna de admirar.

Con exactitud está en las alturas del distrito Yanahuanca, provincia Daniel Carrión, región Pasco.

El sitio es conocido como el “Machu Picchu de Pasco”, y aunque no es ni la mitad de la maravilla cusqueña, tiene construcciones estilizadas y muy bien conservadas a pesar de tener unos 800 años de antigüedad.

Llegar aquí toma cerca de 30 minutos a pie desde Rocco, el pueblo más cercano. Esta pequeña urbe está a menos de 40 minutos de la ciudad de Yanahuanca en coche y se ingresa por un desvío que sale desde la carretera interprovincial.

Se encuentra a una altitud de 3700 metros sobre el nivel del mar y reposa en un semillano del cerro Matagaga, en la quebrada Chaupihuaranga. Sin lugar a dudas, su ubicación es estratégica.

HABITARON LOS YARUSH O YAROS

De acuerdo a la literatura histórica, Goñicutac perteneció al reino guerrero de los Yarush o yaros, extendidos ampliamente por la zona y con fuerte influencia Wari.

Su florecimiento terminó con la llegada de los incas, a quienes ayudaron en su empresa conquistadora, tal como sucedió con el complejo que está en la parte baja, cerca del tambo inca.

LAS EDIFICACIONES

Goñicutac posee habitaciones simples, edificaciones de hasta tres pisos y apostadas en lo alto de rocas o plataformas naturales, plazuelas, calles, corredores, cámaras funerarias, almacenes, canchas ceremoniales y sistemas de agua.

Las llamadas chullpas o cámaras mortuorias poseen doble sala, una amplia y otra estrecha que está al fondo.

¿POR QUÉ EL SITIO?

Da la impresión que este lugar fue escogido gracias a las canteras pétreas que hay en las cercanías, por los cerros totémicos que lo rodean, por su ubicación estratégica que permite a sus residentes observar en derredor y, posiblemente, por la fertilidad de las tierras circundantes.

En efecto, los miradores naturales permiten tener una vista privilegiada de las laderas.

Aquí el clima es templado y se puede observar cómo se desplazan las nubes arañando las crestas de los cerros. Es posible que en uno de sus espacios se llevaban a cabo rituales importantes. Algunos especialistas refieren que en el Templo de la Luna se hacían sacrificios en honor a los dioses.

ESTILO

Respecto a las construcciones, están hechas de piedras unidas con barro y rellenas de lajas dispuestas en hileras horizontales, además de piedras alargadas y planas.

Cabe señalar que los techos están fijos con piedras pesadas y con argamasa de arcilla.

Goñicutac posee un sistema de caminos con graderías empedradas que conducen al complejo, así como al resto de las edificaciones como son las chulpas o mausoleos, templos y otras áreas. También destacas canales subterráneos.