Escrito por: Guisella Lachira
La exposición en las reuniones que realizan los adolescentes y, sobre todo, los jóvenes entre 18 y 29 años en las discotecas, bares y las llamadas fiestas COVID-19, ha incrementado en este grupo de la población la cifra de contagio del nuevo coronavirus en el mes de agosto, sobre todo en la última semana, en la región.
AUMENTO. De acuerdo a la sala situacional de la Dirección Regional de Salud, el 1 de agosto se tenía un total de 8,120 jóvenes entre 18 y 29 años infectados del virus, cifra que se incrementó a 10,872 casos al 30 de agosto, es decir, 2,752 nuevos infectados en un mes, siendo más de 500 en la última semana. Del mismo modo, en el caso de los adolescentes, se registraron 964 infectados al 1 de agosto; sin embargo, a fines de mes hay un total de 1,450 nuevos contagios.
El aumento de contagio en la población joven, según los especialistas, genera la masificación del contagio, que finalmente llega a afectar a la población vulnerable.
Al respecto, el especialista en salud pública, Julio Barrena, precisó que “no hay una curva sostenida en la baja de casos de pacientes de COVID-19”, y se mostró en desacuerdo con las declaraciones del presidente Martín Vizcarra, al indicar que el Perú está en la “etapa final” de la pandemia, debido a que generaría un exceso de confianza en la población.
“El que estemos a la baja en el número de la tasa de mortalidad en algunas regiones, como en Piura, no significa que el virus se ha ido, el virus sigue allí. Nuestras curvas son muy irregulares, porque tenemos momentos de subida y bajada, y si bien es cierto la tasa de mortalidad ha bajado, los médicos nos están informando que están llegando casos muy graves de la sierra de Ayabaca y Huancabamba”, agregó
Barrena sostuvo que la población joven, al no presentar síntomas de complicación de la enfermedad, presentan una posición egoísta en medio de la pandemia, ya que es portador del virus que, principalmente, lleva a sus familiares más vulnerables, quienes finalmente sí pueden tener complicaciones, llegar a una cama UCI o morir.
“Necesitamos que las autoridades tomen las decisiones correctas dependiendo de la realidad que tenga cada uno de los distritos, y si se observa que está en alza, se le debería poner en cuarentena focalizada para evitar mayor contagio y concentrar las fuerzas del orden en aquellos distritos donde hay más riesgo, sobre todo en el seguimiento, control y monitoreo de los casos ya confirmados”, añadió.
En entrevistas pasadas, el director regional de Salud, Víctor Távara, comentó que si bien existe una tendencia a la baja en el índice de contagio y fallecidos del nuevo coronavirus, en la región, eso no significa que se ha vencido al virus.
RESPETO. La Dra. Vanessa Herrera López, especialista en psiquiatría y terapeuta familiar de salud mental, precisó que no existe un estudio que determine qué región infringe más las normas, pero precisó que el Instituto Nacional de Salud Mental hizo un estudio epidemiológico que determinaba que 9 de cada 10 peruanos, no tienen mayor respeto a las autoridades, entre ellos, la Policía. Sumado a que existe una elevada desconfianza a los servicios de Salud y servicios públicos.
Añadió que existe un gran porcentaje de peruanos con conducta psicopática, que si bien es cierto no es un comportamiento generado por la crisis del COVID-19, sí se ha evidenciado más.
“Siendo un país con una menor inversión en Salud y Educación en toda Latinoamérica, los determinantes sociales que influyen en la salud mental y en la convivencia saludable, impactan en lo que estamos pasando, es decir, a pesar que se pida por bienestar público no salir, no tomar y respetar al otro, no se cumple”, detalló.
La especialista mencionó que la formación de la moralidad se debe dar desde los primeros 9 años, y ello implica trabajar desde la educación y el desarrollo familiar.
En el caso de los adolescentes, la psicóloga de la Universidad de Piura, Rosita Cornejo, refirió que los padres deben tener un mayor rol de supervisión, tanto del uso tecnológico y del entorno donde el menor se está desarrollando. Agregó que existe un comportamiento egoísta y de invulnerabilidad por parte de los adolescentes y jóvenes, al saber que no existe un riesgo de complicación al contraer el COVID-19.
CAMPAÑA. El presidente Martín Vizcarra, hace unas semanas precisó que había un incremento del 30% de contagios en adolescentes y jóvenes, quienes si bien no presentan mayor complicación a la enfermedad, sí generan contagios en la población vulnerable. Ante ello, el Ejecutivo lanzó la campaña: “El COVID no mata solo. No seamos cómplices”.
Ayer en conferencia de prensa, el mandatario hizo un llamado a la consciencia y responsabilidad por parte de los jóvenes para evitar la propagación del virus.
“Somos cómplices organizando fiestas familiares, reuniones comunales, eventos deportivos o las llamadas “pichanguitas” que luego sigue con una caja de cerveza donde todos giramos un mismo vaso y todos somos amigos. Ahora en tiempos de COVID-19 eso es inaceptable. Esa irresponsabilidad no podemos permitir”, acotó Vizcarra.
Ante las miles de fiestas familiares y comunales a nivel nacional, donde se evidencia la aglomeración de personas que no guardan distanciamiento social ni el uso de mascarilla, el Gobierno dispuso la continuidad en todo el mes de setiembre de la inmovilización total los domingos, para reducir los contagios del nuevo coronavirus.