Chimbotano llevó a Policía a empresario de la droga
Chimbotano llevó a Policía a empresario de la droga

Escrito por José Martínez 

Uno de los principales coordinadores y responsable de realizar el envío del cargamento de droga, a través del puerto de Paita, que finalmente se frustró con la intervención del predio en la carretera Sullana-Tambogrande, era el chimbotano José Carlos Ojeda Sandoval, conocido con los apelativos “Pepe” o “Max, según las indagaciones que había desarrollado la Dirandro.

Y el minucioso seguimiento de “Pepe”, que incluyó fotografías y filmaciones subrepticias en las ciudades de Lima y Trujillo, llevó a la Policía especializada hasta el empresario trujillano Marco Benavides, de apelativo “Bica”, que sería el presunto cabecilla del “Clan Benavides” y de la organización de tráfico ilícito de drogas en Perú y financista de los envíos al exterior.

Incluso, uno de los partes de vigilancia da cuenta del encuentro en la capital de Ojeda con Marco Benavides y, además, entre otros presuntos integrantes de la organización y de éstos con personas en proceso de identificación, también en Lima.

CON “BICA”

Una filmación relevante del seguimiento de la Dirandro es del 28 de setiembre del 2019, cuando en las inmediaciones del restaurante “El Sombrero”, en la ciudad de Trujillo, “Pepe” se encuentra con “Bica”, que le entregó un sobre manila.

En un parte posterior, del 17 de octubre del 2019, se da cuenta que en horas de la mañana “Pepe” se desplazó en un vehículo de transporte público hasta la calle Joaquín Bernal, en Lince, donde se reunió con “Bica”, el mismo del restaurante “El Sombrero”, de Trujillo.

Los dos dialogaron mientras caminaban hasta el cruce de la avenida Arequipa con jirón Risso. Según la Dirandro, Marco Benavides habría recibido entonces el reporte de su “coordinador” José Carlos Ojeda, a los cinco días de la segunda exportación de 20 toneladas de pulpa de maracuyá a Holanda, de fecha 12 de octubre del 2019.

Después se despidieron y tomaron rumbos diferentes.

“Bica” abordó un vehículo de transporte público, en el que viajó hasta la calle San Carlos, en Surquillo, donde funciona un taller de mecánica. Del local, salió después, conduciendo un automóvil Mazda, modelo Demio, con placa de rodaje C3G-117.

La Policía verificó luego que el propietario del auto es Marco Antonio Benavides Bargallo, conforme a la ficha de Sunarp, y era la misma persona que se había reunido con “Pepe”.

TAMBIÉN EN LIMA

En tanto, José Carlos Ojeda Sandoval se dirigió hasta el terminal de la empresa Ronco, ubicado en la avenida Iquitos, en La Victoria, Lima, donde a las 11:20 de la mañana llegó José Manuel Pardo Saavedra “Manuel” o “Paisa” en un ómnibus procedente de la ciudad de Piura.

Ellos se reunieron en las inmediaciones del terminal terrestre. Luego, se dirigieron a un local en el jirón Manuel Segura, en Santa Beatriz, donde se hospedaron.

OTRAS REUNIONES

A las 12:30 de la mañana, “Pepe” y “Manuel” salieron y abordaron un taxi que los llevó por el cono norte. Luego, caminaron hasta la cevichería “Playa Blanca”, en la avenida Las Palmeras, en cuyo frontis los esperaban dos individuos, que serían de El Callao.

Los cuatro ingresaron a la cevichería, donde permanecieron por unos 40 minutos. Después, todos se retiran y “Pepe” y “Manuel” regresan al hotel.

A las 7:20 de la noche llegó una camioneta negra Porshe, modelo Cayenne, que los mencionados abordaron. Después de avanzar un tramo, se estacionan en el jirón Domingo Cueto, donde bajan “Pepe” y “Manuel”, así como el copiloto, que vestía ropa oscura, pero por la oscuridad los agentes no pudieron ver sus características.

Éste sería uno de los hombres con los que se había reunido ese mismo día. Allí conversan por media hora. Después, “Manuel” retorna al hotel y “Pepe” abordó un taxi hasta el terminal de ITTSA, donde tomó un ómnibus con destino a Chimbote.

¿EL OPERADOR?

La Policía también filmó a José Carlos Ojeda Sandoval, con quien sería un presunto operador de la organización, José Manuel Pardo Saavedra “Manuel”, y con ellos el empresario Makarios David Riega Pardo en un grifo de la ciudad de Piura.

Según la Policía, lo que aparentemente era un encuentro de amigos, era en realidad una reunión en que realizaban coordinaciones para envíos de pulpa de maracuyá, que después aprovecharían para camuflar droga.

En una intervención telefónica del 3 de junio del 2019, “Panchito”, que sería el dueño de una planta procesadora de fruta, se comunica con José Manuel Pardo.

Manuel: Panchito te estaba llamando.

Panchito: ¿Qué tal ingeniero, qué pasó?

Manuel: Oye hermano, te estaba llamando, quería conversar contigo, oye ¿en tu planta no se podrá trabajar fruta?

Panchito: Por supuesto, está libre

Manuel: Por eso quiero conversar contigo personalmente, ¿dónde podemos?

Panchito: Tú me dices, yo te ubico, tú me tienes unos diez mil nomás de adelanto (risas).

Manuel: (risas) Ya pues lo conversamos pa ver qué posibilidades hay.

Panchito: A calzón quitao, es limpio o mezclado.

Manuel: No, no, es cien por ciento derecho, no pasa nada con otra cosa.

Panchito: Porque la otra vez han venido y era mezclado.

Manuel: No, no, no, en esa vaina no entro yo, mira lo que pasa es que nosotros queremos hacer pulpa de maracuyá y pulpa de mango, y tú sabes para hacer eso hay que traer máquinas y la empresa quiere traer su máquina para instalarlo dentro de tu plantita y tú me harías la instalación del frío túnel, todas esas cosas.

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