La obra de la exavenida  ahora Raúl Mata La Cruz, aún no es inaugurada y ya sufrió la rotura de sus pistas y veredas debido al  que ocasionó un enorme forado para los trabajos de reparación.

Y ni qué hablar de los adoquines de las pistas adyacentes que ya comienzan a salirse de su nivel, mientras una papelera y un letrero están mal ubicados dentro de la misma. Unos metros más allá, cables de electricidad, a escasos 2 metros del suelo, son un peligro para peatones y vehículos.

Las áreas verdes se han convertido en plantones resecos y la basura campea por todo el tramo comprendido entre la Urb. Santa Margarita y la avenida Sánchez Cerro.