El último martes la población pasó un día de angustia y pánico ante la alerta roja emitida por el Senamhi por la crecida del río Piura. A pesar que el caudal no llegó al tope esperado, el temor a un posible desborde sigue latente en los piuranos, quienes aún recuerdan la inundación provocada por El Niño Costero. Más aún cuando se sabe que las lluvias más fuertes se registrarán en el mes de marzo.
Ante este panorama de incertidumbre e inseguridad, algunos empresarios, cuyos negocios están ubicados en las zonas que sufrieron el desborde del río en el 2017, han optado por colocar muros de concreto y sacos con arena en las fachadas de sus locales.
Así se pudo apreciar, por ejemplo, que las entidades bancarias ubicadas en la avenida Grau lucen con muros de concreto que -por ahora- dificultan un poco el acceso a los adultos mayores y personas con discapacidad.
En el perímetro de la Plaza de Armas los negocios también lucen con sacos llenos de arena en sus fachadas, como especie de defensa ante una posible inundación.
Este panorama se repite en la calle Lima, en el frontis de la Corte Superior de Justicia, del Ministerio Público y en las viviendas ubicadas a espaldas del río Piura. (Ver galería de fotos).