Los antecedentes en el manejo de recursos públicos no serían nada buenos para el rector de la Universidad Nacional de Piura (UNP), Enrique Cáceres Florián. En esta oportunidad, Contraloría detectó un perjuicio de S/ 124 000.
Un informe de auditoría interna del 2018 reveló que, durante su gestión como jefe de la oficina de Ejecución Presupuestaria, en el rectorado de César Reyes Peña, se le halló presunta responsabilidad, junto a otros 46 funcionarios, en el manejo de dinero para cajas chicas de las diferentes dependencias.
A él le hallaron presunta responsabilidad por no observar el trámite de las “cajas chicas extraordinarias” por S/ 101,000, de donde se sacó dinero para fines diversos.
Según el documento de OCI, se autorizó una caja chica por S/ 24,000 a la oficina de Ejecución Presupuestaria para el registro, evaluación y procesamiento de información para el Minedu; así como S/ 57,000 para la revisión de las currículas de varias facultades de la UNP y S/ 20,000 para los gastos del “Mejoramiento de la calidad universitaria en pregrado”.
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“[Las partidas] fueron giradas al encargado de caja chica, indicándose en las referencias solo la solicitud emitida por el mismo encargado, correspondiendo dichos fondos a asignaciones autorizadas para fines específicos, que por su naturaleza no correspondía su ejecución a través de caja chica, generando el perjuicio de la incorrecta ejecución del gasto público”, se lee en el informe de auditoría interna N° 003-2018 que elaboró la Oficina de Control Institucional (OCI) de la UNP.
El informe de auditoría evalúa los documentos de rendición de caja chica en el período 2013 y 2016 en el cual se detectó manejos irregulares, perjuicio económico para la entidad e incluso uso de documentos falsos para sustentar los gastos.
En el caso puntual que se le involucra al entonces jefe de la oficina de Ejecución Presupuestaria, OCI detectó que se hicieron desembolsos a favor de Nicolás Arica Chávez por S/101,000 para los tres servicios descritos, pero bajo el concepto de caja chica.
“Los gastos no demandaban urgencia, no son gastos menudos y califican como gastos programables en el tiempo y corresponden a proyectos cuyo financiamiento [....] no correspondía su ejecución por concepto de caja chica”, dice OCI.
También indagaron sobre el uso de dichos fondos y por ello cursaron oficios a todas las facultades para conocer si habían recibido dinero de caja chica para la revisión de la currícula como señalaba el servicio indicado.
“Se evidencia que los decanos de las distintas facultades de la UNP han contestado que no han recibido caja chica por el concepto para atenciones de las acciones de revisión de currículas de las diferentes facultades [...] evidenciándose que, el importe de S/57,000 [...] no fue entregado”, dice OCI.
Los auditores solicitaron información al entonces Director de Administración, David Choquehuanca, sobre los documentos que sustenten los S/24,000 en el procesamiento de la información del Minedu y S/20,000 para el mejoramiento de la calidad universitaria de pregrado.