Artista piurano hecho por curiosidad, que convierte los troncos de algarrobo en bellas obras religiosas.
Artista piurano hecho por curiosidad, que convierte los troncos de algarrobo en bellas obras religiosas.

“Para ser un escultor hay que mostrar las vivencias y experiencias del día al día, plasmar lo que nos nace del interior, que los grabas en la mente y que luego lo desarrollas, trabajo que requiere de mucha concentración y paciencia”, señala Enrique Morocho Marchan, quien se hizo de la nada.

Natural de Ayabaca pero reside en Piura. Desde el año 2007 se dedica a crear obras, “es mi pasión, lo logré por curiosidad me gusta meterme en los más profundo del arte, y lograr lo que considero “mis hijos”, hechos en un trozo de algarrobo piurano. Pero hay que recordar que para esto no hay borrador, que borre los errores que cometemos, es algo muy delicado y es muy importante para que la obra sea admirada”.

Pero Enrique nos cuenta que nunca pisó una escuela de arte, “me hubiera encantado pertenecer a las Escuela de Bellas Arte, pero no tuve la oportunidad, pero sí agradezco a amigos egresados de las EBA de Piura y Lima que me han invitado a pertenecer a su asociación, actualmente estoy en “Trascender”, que realiza exposiciones en EE.UU. Chile, Argentina, Colombia entre otras”.

PUEDES VER: Artistas piuranos del grupo Nair y Nap expondrán en México

A ESPAÑA

Justamente ha sido invitado este mes a exponer en la XXI Feria Internacional en España denominada “Culturas Ancestrales”. “Estoy llevando mi obra “Hilandera Ayabaquina”, como un homenaje a la mujer de mi pueblo, que trajina dentro de las costumbres de nuestros ancestros, que convierten la lana de la oveja en hilo y con el huso hace prendas de vestir”.

Desde el año 2009 presenta la exposición “Los Pintores de Cristo”, con otros artistas. Estas obras son mi pasión, las he plasmado con mucha paciencia, siendo “Cristo crucificado”, mi primera obra en trozo de algarrobo, material que para mí tiene mucho significado, todas mis obras son auténticas, genuinas, únicas y el valor esa muy significante, gozo con ello”, dice el escultor.

Es la primera vez que expone a nivel internacional “Ojalá sea el primero paso para internacionalizarme, a España llevaré a mi Perú, el nombre de Piura, la tierra del algarrobo y a mi Ayabaca querido. Espero sea el trampolín que necesito para futuras exposiciones fuera del país”.

Entre sus obras destacan: “Cirio de Jesús en oración”, “Flagelado”, “Ave y vuelo”, “Jesús crucificado”, “La agonía”, “El renacer de la raza”, “La muerte de Jesús”, “Jesús en la Cruz”, “la hilandera ayabaquina”, entre otras.

MIRA ESTO: Demostración de antigua técnica de tejido en fibra vegetal en Piura

SIN APOYO

Del apoyo de las autoridades opina, “es lamentable tratar este tema, porque las autoridades no se preocupen por el arte en Piura, no tenemos un teatro municipal donde se realicen eventos, ni lugares donde exponer obras de todas las modalidades del arte”.

En cuanto al Museo Vicús señala que por el limitado presupuesto en las exposiciones que se realizan hay que costear varias cosas, “hay desinterés para cultivar el arte, de darle el espacio a tanto artistas que hay y que muchas veces tienen que ir a otros lugares a exponer. No se en que momento, pero alguien tendrá que cambiar esto”.

Enrique Morocho, aparte de escultor, es representante de un laboratorio en Piura, tiene una familia con su esposa Claudia Cruz y 4 hijos, en un hogar con valores siguiendo las tradiciones de sus padres. “A los jóvenes que tengan este don que yo tengo, esa capacidad de crear arte, les digo que sean perseverantes en su propósito, que sientan esa curiosidad de hacer lo que se proponen y claro que lo lograrán”.