Exigiendo justicia y que el Gobierno Central tome medidas drásticas para frenar la inseguridad ciudadana, fue sepultada la madre de familia, Fiorella Guinocchio Gutiérrez, de 32 años de edad, quien fue asesinada por error a manos de un sicario que pretendió acabar con la vida de otro sujeto y desató una balacera en una fiesta de cumpleaños en Bellavista, en Sullana. Además, hirió a su hijita de 11 meses y a otro hombre.
El sepelio fue realizado la tarde de ayer, pero previamente le hicieron una paraliturgia en su vivienda de la calle Cuzco 889 en Bellavista. Luego, su ataúd fue cargado en hombros y recorrió distintas calles y al compás de temas sanjuaneros y cumbias como le gustaban a la difunta, según señalaron allegadas a la víctima.
Durante el recorrido, diversas vecinas y amigas, exigieron justicia y que el caso no quede en la impunidad.
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En tanto, el ingeniero civil, César Guinocchio, padre de la fallecida, pidió justicia. “Lo que pido como padre, es justicia, porque nunca va terminar esto y ahora le ocurrió a mi hija y le puede ocurrir luego a otras personas”, dijo.
Asimismo, hizo un pedido al ministro del Interior, Juan Santiváñez. “Espero que el ministro tome cartas en el asunto por el derramamiento de sangre que hay en Sullana. Estamos viviendo completamente inseguros. La gente está aterrorizada y ya no quiere salir a las calles”, dijo César Guinocchio.
