Los “mil oficios” que realizan los venezolanos
Los “mil oficios” que realizan los venezolanos

La crisis por la que atraviesa  hace que miles de sus ciudadanos abandonen el país llanero de manera masiva. Se estima que cerca de 5,000 venezolanos dejan su país diariamente para empezar su odisea por diversos países como Colombia, Argentina, Chile y Perú.

DE TRÁNSITO. Nuestro país es una zona de tránsito para los venezolanos que quieren llegar a otros países.

La Superintendencia Nacional de Migraciones informó que más de 59,000 ciudadanos venezolanos salieron del Perú en lo que va del año por el Complejo Fronterizo Santa Rosa, en Tacna, rumbo a otros países como Chile, Argentina y Uruguay.

EN PIURA. Así como hay ciudadanos venezolanos que solo están de “pasadita” en nuestro país, hay miles que se quedan con la finalidad de trabajar duro para conseguir dinero y enviárselo a sus familiares que se quedaron para luchar contra el gobierno dictatorial. Ellos están distribuidos en diversas regiones del país y el norte no es la excepción.

En la región Piura, cada semana llegan más venezolanos “mil oficios” que se dedican a comercializar arepas, refrescos, donuts, pan, empanadas, entre otros productos perecibles.

Otros se dedican al “volanteo” de afiches, a vender souvenir, a transportar pasajeros. Incluso, hay quienes se han animado a incursionar en la gastronomía, vendiendo algunos platos típicos de Venezuela y también ofreciendo platos propios del norte del país, como el cebiche.

MIGRACIONES. El jefe de Migraciones en Piura, Guillermo José Nieto Vertiz, nos dice que hasta el momento hay 276 nuevos venezolanos que han regularizado su situación en la oficina de Migraciones de Piura y que están legalmente y tienen el Permiso Temporal de Permanencia.

“Nosotros tenemos esa estadística en Piura, pero hay personas que ingresan con permiso de turismo y otros que evaden su ingreso porque entran por la frontera, no se les puede llamar ilegales porque tienen permiso para turismo, mas no pueden trabajar hasta que regularicen su situación”, señala el jefe de Migraciones en Piura

Asimismo, indicó que por Tumbes han registrado el ingreso de 500 venezolanos.

“Los venezolanos tienen Permiso Temporal de Permanencia (PTP) por un año, en tanto puede ser turista, trabajar en lo que sea, ambulante, pero no puede trabajar con contrato y deben tener solvencia moral”, enfatiza el jefe regional de Migraciones.

HISTORIAS. En el mercado modelo de Piura encontramos a Ángela de la Cruz (49), una venezolana que se gana la vida vendiendo arroz con leche.

Sobre la actual situación de su país señala: “Francamente está horrible lo que ha sucedido este domingo en mi país. La situación nunca va a cambiar estando ese presidente (Nicolás Maduro), es una terco y nuestra economía está por los suelos, es decepcionante y cada día la muerte ronda entre nuestros hermanos”.

Un 4 de enero, ella salió con su esposo Juan Delgado, desde su estado Trujillo, en Venezuela, y dejó a sus dos hijos a cargo de su familia. Ese esfuerzo lo hicieron con la consigna de buscar un mejor futuro.

“Los piuranos nos tratan bien, son amigables y nos colaboran mucho, aunque no todos los días son iguales, pero al menos nos da para comer, pagar nuestro alojamiento y enviar dinero a nuestros hijos. No pensamos regresar hasta que salga este gobierno nefasto”, dice Ángela de la Cruz.

DECEPCIÓN. Ella también nos dicen que cada día son más los venezolanos que salen de su país.

“Con decirle que allá un kilo de carne cuesta 4 millones y medio de bolívares, y un atún de igual manera y los sueldos son de solo 3 dólares al mes. Dígame usted, ¿se podrá vivir en esta condiciones?. Todo está mal allá, es imposible vivir, los negocios están cerrados, las farmacias están desabastecidas y hay muertes cada día. Con decirle que a veces salen sin plata y tienen que caminar desde Venezuela hasta el Perú, como un amigo de Santa Margarita, que llegó hace unos días después de caminar durante un mes con su hijito de 2 añitos en hombros, todo por buscar con qué comer”, nos cuenta Ángela de la Cruz.

TRABAJO. Luis Linarez Arteaga es otro venezolano que viene de Puerto Cabello. Él ha montado un pequeño restaurante que se llama “El Rincón Venezolano”, ubicado en la avenida Grau de Piura, a la altura de la calle Castro Pozo.

Allí vende diversos platos pero el que más consumen es el “Pabellón venezolano”, que tiene plátanos maduros fritos, arroz, caraotas negras (fréjol negro) y carne sillada (lleva cebolla, tomate, ajo y pimiento).

“En Venezuela se han quedado muchos familiares míos. Acá trabajamos para enviarles dinero. Yo tengo seis hermanas y acá a Piura se han venido dos de ellas. Trabajamos duro”, comenta Luis Linarez.

REFRESCO. Vendiendo su refresco llamado Citana (un refresco a base de frutas), encontramos al joven Mikael Manjarrez Rodríguez (23), que aunque es soltero, parte de las ganancias del día se las envía a sus padres que residen en su pueblo de San Cristóbal, en Venezuela.

Él abandonó el país llanero hace mucho tiempo, debido a la crisis económica social y política de su país. “Allá trabajaba y estudiaba pero hay mucha hambre; un día me decidí salir solo, me fui a Colombia, donde estuve 6 meses en Bógota y luego llegué a Lima, después a Trujillo y hace 5 meses estoy en Piura.

Acá vende sus productos, no tiene problemas con nadie, lo dejan trabajar. Su promedio de ganancia es de hasta 50 soles por día, que le deja para enviar dinero a sus padres, pagar la habitación y su comida.

“No me quejo, nos tratan bien y les estoy agradecidos, yo tengo el Permiso Temporal de Permanencia (PTP) pero más adelante quiero sacar mi carnet de residente para poder trabajar en forma legal”, finalizó Mikael Manjarrez.

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