Los niños que son privados de sus derechos
Los niños que son privados de sus derechos

El trabajo infantil se define como toda ocupación que priva a los niños y niñas de su vida infantil, su potencial y su dignidad; siendo perjudicial para su desarrollo físico, social y psicológico. Su erradicación debe ser el principal objetivo de los países donde se registran estos casos, sin embargo, en  poco se hace por defender los derechos de estos pequeños.

CASOS DE PIURA

En los primeros cuatro meses del presente año, la Defensoría Municipal del Niño y del Adolescente de Piura (Demuna), a través del Programa Niños y Adolescentes Trabajadores Sociales (NATS) ha recibido 113 atenciones de trabajo infantil en la ciudad. El 40% son menores entre 7 y 12 años, el grupo restante son adolescentes. En el 2018, la Demuna atendió 415 casos de esta índole.

En el 2012, la tasa de ocupación infantil y adolescente, la población de 5 a 17 años de edad, fue de 32%. En el 2016, la cifra disminuyó a 22.7%, es decir, la tasa de ocupación disminuyó 9.7 puntos porcentuales en esos cinco años.

LAS CIFRAS

Sin embargo, en el 2017, a causa de El Niño Costero, la tasa de trabajo infantil aumentó por diferentes motivos. En algunos sectores fue por la afectación de los colegios por las intensas lluvias. Otro de los motivos fue el problema económico que dejó, sobre todo, en las zonas más humildes; según informó en su momento, la ONG Canat.

En ese año 108, 945 niños estuvieron en las calles, cifra que nos ubicó en el puesto 16 a nivel nacional, de las regiones con trabajo infantil. Así lo dio a conocer el Observatorio Social Económico Laboral del Gobierno Regional de Piura (OSEL).

A pesar que el Gobierno subsidia a la población en diferentes sectores como educación, salud, alimentación y empleo, existen padres de familia que van en contra de los derechos de sus menores hijos y los envían a trabajar, de lo que sea, el tiempo que se requiera, con tal de llevar dinero al hogar.

FACTORES

Irma Sarduón Rodríguez, coordinadora y defensora del programa NATS, afirma que la pobreza, familias disfuncionales con serios problemas entre sus integrantes, así como la falta de conciencia por parte de los padres, son algunos factores que permite que los menores de edad salgan a las calles a trabajar, exponiéndose a los peligros de la ciudad.

Se ha identificado a menores que queman etapas y trabajan en diferentes actividades. En Piura, niños y adolescentes trabajan cargando bultos en el mercado, cobrando pasajes en una combi, limpiando parabrisas, vendiendo helados u agua en los semáforos. Hay otros que venden golosinas hasta altas horas de la noche o trabajan en restaurantes como mozos, o como ayudantes de cocina. Es interminable la lista de labores que realizan estos pequeños que a diario, se exponen a ser víctima de abuso sexual, a sufrir un accidente, u otro vejamen; en algunos casos por obligación o necesidad.

PARÁMETROS. Uno de los aspectos del trabajo que puede ser perjudicial para los niños, niñas y adolescentes es la cantidad de horas que deben dedicarle, esto constituye uno de los parámetros que ayudan a definir lo que se considera trabajo peligroso para los diferentes grupos de edad.

Según el informe del OSEL, definió que los niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años trabajan en promedio 12:34 horas semanales. Los de 14 a 17 años trabajan 17:09 horas a la semana; de 10 a 13 un promedio de 6:33 horas, en tanto, los más pequeños de 5 a 9 trabajan 5:21 horas por semana.

DEMUNA

En la región Piura existen 9 demunas, las que cuetan con diferentes oficinas que velan por el niño y el adolescente. Entre ellas está el Centro de Formación de la Familia (CEDIF), hay 3 en la ciudad. Uno en el asentamiento Micaela Bastidas, en Chiclayito y en Castilla. En estos lugares son atendidos menores víctimas de bullying, riesgo por abandono, riesgo por desprotección, violencia. En cada uno de ellos hay 150 niños, de diferentes edades, a quienes se les brinda atención integral. También hay un porcentaje de niños venezolanos, que reciben alimentación y acompañamiento escolar.

“Ubicamos al niño, llamamos a los padres y pedimos firmar un acta de compromiso. Después de ello, buscamos dar solución a los derechos vulnerados y le hacemos seguimiento al caso durante un año”, señala David Ruesta, jefe de la Demuna Piura.

Ruesta indica que en verano es donde aumentan los casos de trabajo infantil, debido las vacaciones escolares. Por ello, es que en los primeros meses del año realizan talleres productivos en niños, adolescentes y madres; con el objetivo de fortalecer el vícnulo familiar.

Los 113 casos registrados en este año proceden de asentamientos de la periferia. A.H Los Ángeles, La Florida, Los Algarrobos, Aledaños Kurt Beer, Los Polvorines, son algunos de ellos.

También se informó que la mayor cantidad de casos de trabajo infantil se concentra en el mercado de Piura. Allí, los pequeños, que en su mayoríason niños, han sido atendidos por la Demuna . En la mayoría de veces ante las denuncias de la población y el trabajo de seguimiento que realiza el personal capacitado.

COLEGIOS

Dentro de las escuelas se encuentran los Centros de Referencia que son integrados por un equipo de apoyo de estudiantes de Psicología y Derecho que colaboran con la Demuna, que identifican casos de menores en riesgo de abandono o desprotección.

Existen proyectos en alianza con diferentes ONG para lograr acciones en defensa y protección de los menores.

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