Merluza desaparece del mar de Paita por el FEN

Pese a que el Comité Multisectorial Encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) aún no confirma si este alcanzará una magnitud extraordinaria, un informe científico del Grupo Corporación Paita concluye que ya estamos frente a un Niño de la dimensión al de 1997-1998.

Y las primeras secuelas se comienzan a sentir en el sector pesquería, con el desplazamiento de las poblaciones de merluza desde sus zonas tradicionales de pesca hasta el sur peruano, tal como ocurrió en los meses que precedieron al Niño de 1997.

LA MISMA PESADILLA. Las consecuencias del fenómeno El Niño de hace dieciocho años fueron extremadamente fuertes para nuestro país, y sus impactos se extendieron a gran parte de Chile, Ecuador, Colombia, Centroamérica y el Pacífico mexicano.

Su magnitud fue tal que se le considera un “Niño histórico”, y sus efectos se concentraron entre noviembre de 1997 y abril de 1998, período que coincide con los pronósticos del Enfen para el evento que se viene.

Y quien mejor para hablarnos de él que los pescadores de Paita, quienes han observado las alteraciones en el mar que se vienen registrando en sus zonas tradicionales de pesca.

Los datos que revelan que estaríamos ante un FEN parecido al de 1997 - 1998 han sido registrados por el sensor CTD Oceanográfico científico, instalado a bordo de la embarcación “Santa Mónica III”, del Grupo Corporación Paita.

Informe revelador. “Los cambios oceanográficos en el medio marino, que se vienen registrando en las zonas tradicionales de pesca por la flota merlucera de la región Piura, está alterado notablemente”, señala el Informe Técnico 01-JUL-2015-IPSM-ERL.

Tal alteración, precisa el documento al que accedió Correo, es consecuencia del proceso anómalo que se presenta por efecto de fenómeno El Niño 2015-2016.

El informe de Corporación Paita explica que las variaciones registradas han ocasionado dos patrones de comportamiento en el tema de distribución y concentración de las poblaciones de merluza en el mar de Paita.

Desaparece merluza. El primero de ellos es la profundización repentina del recurso merluza, el cual en la última semana se puso fuera del alcance de la flota arrastrera

El segundo patrón característico de este evento es el desplazamiento de ese recurso hacia latitudes más al sur del país, llegando hasta zonas al frente las regiones Lambayeque y la Libertad.

Estos patrones son exactamente los mismos que se manifestaron durante el evento del Niño de 1997 - 1998 y que fueron publicados por el Instituto del Mar del Perú (Imarpe), señala el reporte.

En relación a la profundización repentina de los bancos de merluza, el informe de la Corporación Paita establece que este proceso se ha observado en las secciones verticales de Paita del 20 de mayo, 20 de junio y con más intensidad el 29 de junio de este año.

Valores de locura. Pero no son las únicas alteraciones de importancia que registra el monitoreo científico de las embarcaciones paiteñas, las que hacen sospechar de un próximo Niño intenso como el de 1997 - 1998.

El sensor CTD Oceanográfico científico que hizo estas mediciones, también revela en qué nivel se hallan las condiciones de temperatura, salinidad y capa mínima de oxígeno de las zonas pesqueras.

Normalmente, la temperatura del mar frente a Paita debe estar en los 18° promedio. Hoy sin embargo, alcanza los 24° C.

Asimismo, la salinidad promedio de las aguas marinas es de 35 ups y hoy muestra un valor de 34.8 frente a Paita, con tendencia a seguir disminuyendo.

Un tercer componente importante es su porcentaje de oxígeno: de 0.5 ml/L cuando lo normal es de 2 ml/L.

Más hambre. Precisamente, la modificación sustancial de estos valores inciden para que el recurso merluza se profundice más y termine alejándose por completo de los aparejos pesqueros.

No solo “desaparece” la merluza, recurso del que viven la mayoría de pescadores paiteños, sino también la concha de abanico que sustenta a los sechuranos, la anchoveta y pota.

De allí que se dice que los efectos del Niño, antes que en la infraestructura de las ciudad, se comienza a sentir primero en las mesas populares, pues toda la flota industrial y artesanal de pesca paralizan sus faenas en la zona norte del país.