Muerte, dolor e impunidad por crímenes en Sullana
Muerte, dolor e impunidad por crímenes en Sullana

Escrito por: Eddyn Nole

Dieciséis crímenes violentos se han registrado desde que inició la pandemia en la provincia de Sullana; es decir, entre marzo a la fecha. Hasta el momento, los deudos no han podido encontrar justicia, ya que la mayoría de muertes han quedado en la impunidad.

SIN COMPASIÓN. El último asesinato ocurrió ayer, cuando delincuentes que iban a bordo de una motocicleta, acribillaron de cuatro balazos a un mototaxista y estibador en el frontis de su vivienda, cuando se dirigía a comprar mercado junto a su esposa.

Al promediar las 8:00 de la mañana, dos sicarios, uno de ellos que manejaba la motocicleta con el rostro cubierto con un casco, y el otro, que iba como copiloto con la cara descubierta, llegaron a la calle Santa Teresa de la ampliación del A.H. Carlos Mariátegui, cerca del sector La Antena.

Cuando la víctima identificada como José Luis Cobeñas Garrido (33) se preparaba, junto a su esposa, para ir a comprar al terminal pesquero para llevarle unos productos a su señor padre, fue atacado a balazos. “Estábamos a punto de salir con mi esposo al mercado y escuché una bulla por el corral. Fui a ver qué pasaba y cuando estaba ahí, escuché unos balazos. Corrí a ver y vi herido a mi esposo”, dijo llorando doña Bertha Calderón Taure (30).

Mal herido y aún con vida, lo llevaron en una mototaxi al Hospital II de Sullana, donde lamentablemente certificaron su deceso. Los médicos informaron que los cuatro balazos que le cayeron en la espalda le perforaron algunos órganos internos.

“Lo que pido es justicia. Mi esposo trabajaba en una mototaxi y también como estibador en la empresa Chimú (avícola). Era una persona que no se metía con nadie y era muy querido. Él deja dos hijas de 8 y 13 años en la orfandad”, señaló Calderón.

La esposa del fallecido denunció que días atrás, una mujer de la zona los amenazó con que iba a engañar a la familia de “El Muco”, quien fue acribillado a tiros, que supuestamente ellas (familiares del difunto) habrían dado el “dato” de dónde estuvo el día que lo mataron.

“Esa mujer nos amenazó por un problema de mujeres entre familias. Lo que dice ella (sobre “El Muco”) es totalmente mentira. Nosotros no tenemos nada que ver, ni avisamos de nada. Por sus mentiras me ha dejado sin esposo y sin un padre para sus hijas”, señaló la esposa de la víctima.

muertes e impunidad. Desde que inició la pandemia, se han registrado al menos 16 crímenes, algunos de ellos han sido empresarios, dirigentes y hasta personas ligadas a la delincuencia que fueron ultimados a manos de sicarios y por diferentes móviles como asaltos y disputa de cupos de construcción civil por millonarias obras que se ejecutan en esta jurisdicción.

Entre los crímenes más restantes está el ocurrido el pasado 5 de agosto, cuando la empresaria avícola María Betty Rey Chumacero (59), que fue, según se sabe hasta el momento, asesinada de varias puñaladas en su vivienda del Talara 1092 del A.H. Nueve de Octubre.

Hasta el momento, sus familiares siguen esperando el esclarecimiento del caso pues fueron intervenidos dos de sus familiares.

Además, la Policía visualizó las cámaras de vigilancia que no han ayudado en las investigaciones.

Mientras que el 24 de julio, un grupo de “marcas” acabó con la vida del estudiante de la carrera de Estomatología de la universidad César Vallejo, Gerson Otero Ramírez (23), quien fue asesinado de un balazo en la cabeza cuando manejaba una camioneta en un frustrado asalto en el A.H. Sánchez Cerro.

En ese hecho, la Policía logró capturar a Jorge Brando Cruz Orihuela (24) que pretendió fugar en una motocicleta junto a su compinche Ronald Cumpa García que fue abatido a tiros por los agentes policiales. Cruz fue enviado al penal con 7 meses de prisión preventiva.

En tanto, la muerte del dirigente de construcción civil Henry Noé Suárez (47), ocurrida el 13 de ese mismo mes, aún sigue impune. Noé fue atacado de 7 balazos por cuatro sicarios a bordo de dos motocicletas, cuando llegaba a una obra del sector Loma de Teodomiro en Sullana.

Otro de los crímenes, esta vez pasional, es del venezolano Ender Alexander Viñola (23) quien fue asesinado de siete puñaladas y mientras dormía a manos de un compatriota suyo, en momentos que dormía con la exconviviente del asesino que está prófugo. Este crimen ocurrió el 23 de julio.

Ese mismo mes, un niñito de un año y medio murió en momentos que dormía y en los brazos de su madre, tras una bala perdida que ingresó por la puerta de su casa en un enfrentamiento entre dos bandos en el A.H. Quince de Marzo.

Los familiares acusaron a un hombre apodado como “El Bocón” quien, junto a su pandilla, desató la balacera en dicha zona. Además, tras unos días, otro menor de un año de edad también resultó herido bajo esas mismas circunstancias.

Mientras que el 16 de julio, la Policía abatió a balazos a Luis Torres Farfán conocido como “El Muco” en el A.H. Carlos Mariátegui, cuando estaban en una trifulca, junto a su cuñado Gahner Pastor Cherre Nole (34) “El gordo” que resultó herido, pero a los dos días también dejó de existir.

Otro que le siguió los pasos fue Patrick Pintado Álvarez (32), “Serrano Dickson”, cuyo cuerpo fue hallado sin vida y desangrado, al parecer, tras recibir un balazo por un efectivo policial que estaba cerca de donde ocurrieron los hechos, en un frustrado asalto a un camión repartidor de abarrotes en el A.H. Los Olivos.

Los demás fallecidos están ligados a ajuste de cuentas y asaltos ocurridos en dicha jurisdicción.