La fantasía junto a la creatividad, alegorías, belleza, danzas, jolgorio y sentimiento se dio cita en la avenida Cayetano Heredia, que estuvo engalanada por su soberana Astrid Armas, de la bandera verde Alejandro Taboada, que se lució en un carro alusivo a un gigante papagayo.
Los integrantes de las 8 sociedades carnavalescas y varias invitadas se lucieron en la temática de sus carros, presentaron juego de colores, luces, armonía en el diseño inigualable.
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CREATIVIDAD
De otro lado, en cuanto al baile y comparsas, la bandera Auriverde demostró armonía, alegría, y coordinación en su presentación. Mientras que, en bandas de músicos, destacaron las de las banderas Roja Encarnada y Auriverde.
Mención especial fueron fue la lectura del testamento de Ño Carnavalón, en donde un séquito de viudas, con sus lamentos exagerados y llanto arrancaron risas entre el público.
De otro lado, en cada barrio, se instalaron y desarrollaron la tradicional tumba de la Yunza que los vecinos afanosos buscaban derribar para recoger los premios en ellos guardados.