El distrito de Castilla está en riesgo por las erosiones en el río Piura

A cuatro años del fenómeno El Niño Costero y el desborde del río Piura, el distrito de Castilla, uno de los más golpeados en el 2017, vuelve a estar en un peligro latente de inundación debido a las cangrejeras o erosiones que se han formado por las recientes lluvias en la región.

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Peligro

El poco avance en los trabajos del tramo II comprendido entre los puentes Bolognesi e Integración, sumado a la paralización de la obra por la resolución del contrato al consorcio ejecutor han dejado vulnerable las defensas ribereñas que deberían proteger a los distritos de Piura y Castilla, y que se han evidenciado con tan solo dos días de lluvias moderadas.

Las precipitaciones en las localidades del Alto Piura han elevado el caudal en la estación del puente Sánchez Cerro a 330 m3/s y tras el pronóstico de Senamhi que advirtió fuertes lluvias desde hoy domingo 7 hasta el martes 9 de marzo, se calcula una crecida máxima de 540 m3/s, lo que preocupa a la población castellana.

Al respecto, el gerente Territorial de la Municipalidad de Piura, Rolando Pasache Araujo, precisó que en el caso de la ciudad, el problema es la erosión, que con dos días de lluvia ha originado cangrejeras en el lado de Castilla, como por ejemplo la situada frente a la clínica Miraflores, el hospital Cayetano Heredia y avenida Irazola, que ponen en riesgo a los dos establecimientos de Salud y a la población castellana; ello debido a que las tablaestacas a medio hacer dejadas por el Consorcio Inundaciones Piura y Castilla en el Tramo II, convierte la zona en una trampa mortal y pone en riesgo las vías.

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“El problema de la ciudad es la erosión, porque hay unas tremendas cangrejeras que ya están llegando al borde de la pista y con una ligera crecida esa pista se viene abajo. Esas cangrejeras van originar que, por ejemplo, la avenida Irazola se pueda desbordar porque la carcome, es decir, con erosionar un poco más se viene abajo y pone en riesgo la vía, es por eso que allí es donde debe actuar el Gobierno Regional”, comentó.

El alcalde de Piura, Juan José Díaz, también mostró su preocupación por lo que sucede en la ciudad. Agregó que en el año 2019, la comuna piurana arregló parapetos en diversos puntos del río Piura como parte de una defensa básica para la ciudad, pero con la ejecución de los trabajos del Tramo II, todos los parapetos fueron destruidos, entonces si antes resistía un caudal de 2,000m3/s, actualmente con una crecida de 500m3/s pone en inconvenientes a la ciudad, por ello, hemos determinado el cierre de las compuertas.

Sobre el tema, la empresa Pronte Ingenieros SAC, que ejecuta el Tramo I, la cual tiene un avance del 90%, y que ahora asumirá el saldo de la obra del Tramo II, tras la resolución del contrato al consorcio Protecciones Piura y Castilla, precisó en un comunicado que como parte de las acciones inmediatas han decidido colocar sacos de arena en las cangrejeras para proteger las defensas ribereñas.

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Preocupación

Por su parte, la presidenta de la Juveco de la urbanización Miraflores, Flor Infante, enfatizó que se sienten burlados porque a cuatro años del desborde del río Piura, el distrito de Castilla se encuentra vulnerable ante una posible inundación por el periodo lluvioso y los vecinos se encuentran alarmados

“Tenemos miedo y estamos bastante preocupados por todo lo que se está viviendo. Estamos más vulnerables que el 2017 y como Juveco vamos a emitir un pronunciamiento que lanzaremos porque todos los vecinos estamos totalmente indignados y mortificados con las autoridades locales y del Gobierno Central porque todos juegan un papel de irresponsabilidad con todo lo que ha pasado”, acotó.

La presidenta de la Juveco Miraflores también mostró su indignación que a cuatro años del desastre originado por El Niño Costero, ni siquiera existan los estudios del Plan Integral del Río Piura.

Infante refirió que desde el Gobierno Regional, les han comunicado sobre la colocación de geobolsas en las cangrejeras; sin embargo, existe una preocupación latente porque con la naturaleza nada está dicho.

Bajo Piura

La crecida del río Piura también ha alertado a los pobladores del Bajo Piura, quienes temen volver a vivir lo que ocurrió en el 2017. Ayer en un recorrido que realizó el alcalde de Piura, Juan José Díaz, y las autoridades de los distritos de Catacaos y Cura Mori, se constató que los trabajos que realiza el consorcio Marinapecu tienen un avance del 45%, y según los ingenieros pueden soportar un caudal superior a los 2,500 m3/s.

“Que el río sobresalga las defensas ribereñas del Bajo Piura es casi imposible. Se ha colocado el enrocado que tiene 4 metros de longitud inclinada, también nos hemos enfocado en la uña para enfocar el talud y el geotextil para evitar la socavación”, precisó la autoridad edil.

Díaz Dios refirió que los trabajos de las defensas ribereñas del Bajo Piura no se han paralizado pese a que se tiene una deuda de 5.5 millones de soles con el consorcio, ello debido a que el Ministerio de Economía y Finanzas aún no hace la transferencia del dinero.

Añadió que pedirá al Gobierno Regional que los manejos que se están realizando en el Tramo I y II sean coordinados con la comuna piurana, ya que las acciones que se realicen en dichas zonas pueden afectar al Bajo Piura.

Pobladores del centro poblado Pozo de los Ramos se sumaron a la comitiva y mostraron su preocupación por la crecida del río, sobre todo porque aún no se recuperan de lo ocurrido en el 2017.

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