La Fiscalía Anticorrupción de Sullana detectó que Baldomero y su padre Humberto Marchena no querían el “diezmo” de las empresas, por el contrario, formaban sus propias constructoras y se adjudicaban millonarias obras en la provincia de Ayabaca.
La Fiscalía Anticorrupción de Sullana detectó que Baldomero y su padre Humberto Marchena no querían el “diezmo” de las empresas, por el contrario, formaban sus propias constructoras y se adjudicaban millonarias obras en la provincia de Ayabaca.

La Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Sullana sospecha que, al menos, 20 familiares, entre hermanos, tíos, sobrinos, de los alcaldes de y Lagunas, Baldomero y su padre, Humberto Marchena, estarían implicados en la presunta organización criminal “”, quienes habrían amasado miles de soles producto de las obras que se adjudicaban al formar sus propias empresas.

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Fachadas

Según las indagaciones del fiscal provincial, Luis Ramos Rioja, y su equipo, ambos burgomaestres usaban empresas fantasma o como fachada, para adjudicarse las obras o los distintos servicios de la comuna ayabaquina.

“Usaban estas empresas fantasma, pero quienes eran los verdaderos empresarios o administradores y ejecutores eran presuntamente ellos. Siempre Baldomero a la cabeza. La gente no debe subestimar el poder de Humberto Marchena porque él era el artífice de quien habría recibido grandes cantidades de dinero en las manos y de alguna manera era quien autorizaba todo a Baldomero”, indicó Ramos Rioja.

La Fiscalía acusa al actual alcalde de Ayabaca (Baldomero Marchena) de ser el autor directo de la organización, a pesar que algunos han cuestionado su participación, alegando que él no era funcionario público y que no tendría ninguna responsabilidad, situación que la Fiscalía ha demostrado que es un autor directo y dentro del delito de colusión agravada.

“(Baldomero) se convierte en una especie de inductor o instigador, porque justamente él es quien convence a las personas de las zonas rurales de Ayabaca para que conformen las empresas (fachadas) para supuestamente mejorar su economía, pero finalmente era para aprovecharse y poder llevar cabo sus actos delictivos”, explicó el representante del Ministerio Público.

Las indagaciones señalan que la modalidad que utilizaba el “Clan Marchena” es que ellos no querían el famoso “diezmo” que les daban las empresas, por el contrario, su ambición iba más allá, ya que formaban y constituían empresas fachada con personas de la localidad que en algunos casos desconocían de lo que hacían y eran utilizadas como postores.

La experiencia que requería la supuesta empresa fachada la obtenían de otra compañía que les prestaba la documentación y el nombre para acreditarla y a quienes les daban un porcentaje. Finalmente, cuando les daban la buena pro de una obra o servicio, estas personas desaparecían, ya que todo era gestión de Baldomero Marchena.

Familiares

En las indagaciones del Primer Despacho Fiscal de Ramos Rioja revelan, además, que estarían implicados sus sobrinos, hermanos, tíos y otros familiares políticos que están en proceso de identificación.

“Nosotros investigamos actos de corrupción, pero el dinero proveniente de la corrupción que es transformado en ´lavado´ que quiere decir invertido en bienes, eso ya no es competencia nuestra. Eso le corresponde a Lavado de Activos y esperemos que el caso vaya de la mano y ellos se hagan cargo, para poder identificar a los hermanos, tíos, sobrinos y otros familiares políticos que habrían adquirido de manera ilegal los bienes e inmuebles que no tienen sustento de procedencia lícita”, indicó el fiscal a cargo del caso.

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Hermanas dominaban

Asimismo, la Fiscalía Anticorrupción descubrió que las hermanas Quinde Chamba también tenían poder en la comuna y se disputaban con Baldomero Marchena por el control y manejo de los requerimientos.

“Era un clan familiar. Tenemos conocimiento que dentro de la municipalidad existía cierto poder de unas personas que eran ajenas a la función pública, como era por ejemplo de las hermanas Quinde Chamba que eran cuñadas de Humberto Marchena y hermanas de la pareja de él con quien tiene un hijo y esas personas fueron las que finalmente coparon la municipalidad y existieron ciertas disputas con Baldomero por el tema del control y el manejo de los requerimientos”.

La tesis fiscal indica que el “Clan Marchena” habría copado la municipalidad de Ayabaca con funcionarios de confianza y que coordinaban las adjudicaciones de adquisiciones de bienes y servicios.

Complicados

Desde el 2010, dicha organización viene siendo investigada. Aunque en un tramo de ese tiempo fue comprendida por asociación ilícita y en los últimos años como organización criminal. Se supo que hay factores muy graves en la investigación y atenuantes en cada caso. También, tratándose de la participación masiva de personas (en la investigación) y varios procesos de contratación, no solamente en el caso de la venta de semillas, los delitos de los 15 procesos serían independientes. Es decir, la pena máxima que podrían recibir son 25 años de cárcel.

Además, porque ambas personas serían un peligro en libertad y más aún con el poder incalculable económico con que cuentan.

Enfermeros

A pesar que, ante los representantes del Ministerio Público, Humberto y su hijo Baldomero Marchena, han decidido guardar silencio por su delicada situación en que estarían inmersos, han señalado ante los fiscales que ahora están enfermos de diabetes.

Para la Fiscalía Anticorrupción, esto sería una estrategia para que ambos puedan salvarse, pero por otro camino del tema de peligro procesal y que, además, Humberto Marchena argumentará su avanzada edad. A pesar de ello esperan que la población de Ayabaca pueda encontrar la anhelada justicia que buscan por años.

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