Entre los intervenidos habían ocho menores de edad.
Entre los intervenidos habían ocho menores de edad.

La Fiscalía de Prevención del Delito junto a personal municipal, policial y la Dirección de Regulación y Fiscalización Sanitaria intervinieron un local campestre donde se desarrollaba un evento bailable con orquesta musical que se promocionó en redes sociales, encontrando a más de 400 personas y ocho menores de edad libando bebidas alcohólicas e incumpliendo las medidas sanitarias dispuestas por el estado de emergencia.

Sin protección frente al COVID-19

La intervención, liderada por los fiscales Sara Vidal y Kevin Antón, se realizó en el establecimiento campestre “Nariz del Diablo”, ubicado en carretera Marcavelica-Salitral S/N kilómetro 8, donde hallaron a más de 400 personas distribuidas en mesas agrupadas de entre 6 a 7 integrantes, quienes no portaban mascarilla ni protector facial, además de no guardar el distanciamiento social.                                                       

Asimismo, las autoridades advirtieron que al ingresar al establecimiento no se realizaba el protocolo de bioseguridad.

El personal constató que este local no cuenta con licencia de funcionamiento, certificado de defensa civil, licencia para la realización de evento social ni certificado de fumigación por lo que se le impuso una papeleta del 200% de una UIT y la clausura temporal por 30 días.

Además, se decomisaron bienes, enseres, equipos de sonido, bebidas alcohólicas, entre otros.                                                                             

Por su parte el personal policial, a cargo del Coronel PNP Manuel León Paraizaman, realizó el control de identidad que resultó negativo para requisitorias, pero se identificaron a ocho menores de edad de entre 16 y 17 años.

También se encontraron a dos mujeres de nacionalidad venezolana que fueron trasladadas a Seguridad del Estado para su identificación y situación migratoria en el país.                                                                                     

Los menores fueron llevados a la comisaría de Marcavelica y se comunicó al fiscal de familia de turno para que actué de acuerdo a sus competencias.

Al registrar el ambiente de la cocina, se encontraron a dos menores, señalando que una trabajaba como mesera y la otra como ayudante de cocina.