Piura: "Los Cototos" recibían órdenes para matar desde Piedras Gordas

Los 19 integrantes de la organización criminal “Los Cototos”, que fue desarticulada en en la ciudad de Paita, en la región Piura, esperan prisión preventiva en las celdas de Seguridad del Estado. El viernes en la noche, la magistrada de la Corte Superior de Justicia de Piura convalidó el pedido del Ministerio Público para la prisión preliminar por un plazo de siete días.

Cumplido el plazo, el fiscal a cargo del caso presentará en audiencia pública los cargos contra los presuntos delincuentes, uno por uno, explicó el coordinador del Ministerio Público contra el Crimen Organizado (Fecor), Jorge Chávez Cotrina.

Entre los crímenes por los que se investiga a los detenidos se encuentran extorsión, tráfico ilícito de drogas, marcaje, posesión ilegal de armas, sicariato, robo organizado y favorecimiento de la prostitución. El marco de la acción de esta banda se había extendido por todo el norte y parte de la selva del país.

“COTOTO” MANDA. Los representantes de la Fiscalía Especializada Contra el Crimen Organizado (Fercor) confirmaron que la organización criminal era dirigida desde el penal de Piedras Gordas, en Lima, donde se encuentra recluido el cabecilla conocido como “Cototo”. Aunque se evitó confirmar si es él quien maneja los hilos de la banda, se sabe que Yadhir Paul Paz Chapilliquén (a) “Cototo” es quien purga condena en el pabellón 02 del mencionado centro penitenciario.

Al ser capturado “Cototo”, la dirigencia de la organización y el cumplimiento de acciones criminales habrían pasado a manos de su hermana Marjorie Paz Chapilliquén, alias “La jefa Mocha”, ahora detenida. Ella habría sido el enlace entre “Cototo”, su encarcelado hermano, y los sicarios encargados de cumplir las órdenes.

ESCOGÍAN A SUS VÍCTIMAS. La función de Marjorie, y de las otras cinco mujeres que cayeron con ella durante la redada, era la elección de las víctimas de extorsión y asesinato. Mediante una labor de inteligencia sutil, recopilaban, confirmaban y cruzaban información sobre la rutina de sus víctimas.

Junto a ellas actuaban otros miembros de la familia de “Cototo”, como César Augusto Chapilliquén Guerra, Lucía María Chapilliquén de Paz, Roberto Paz Chapilliquén, Julia Mercedes Chapilliquén Guerra y Armando Paz Peña, según la acusación fiscal.

DESDE OTRO PENAL. Así como “Cototo” desde Piedras Gordas, también habían otros reos que se encargaban de actuar desde el penal de Río Seco, en Piura. La Fiscalía intervino a cuatro presos que integraban la organización criminal y cuya función era realizar llamadas intimidatorias.

Otros integrantes de la banda eran los encargados de brindar información sobre las posibles víctimas. Entre los capturados también se hallaban dos abogados, quienes habrían sido el brazo legal de la organización.

En el caso de los dos policías detenidos, las autoridades mantienen en reserva el rol que habrían desempeñado dentro de la red criminal. Aunque se presume que sería de “protección y facilitación”.

LO NIEGAN. El abogado de uno de los oficiales capturados durante el operativo, comandante PNP Javier González Chira, jefe de la comisaría de Paita Baja, aseguró que no existen pruebas contra su defendido ni interceptación telefónica que lo involucre con la red criminal.

Según informaron el viernes, los policías habrían sido denunciados por un testigo clave, quien señaló que recibían 1200 soles mensuales por su colaboración con la organización. Sin embargo, según declaró a los medios el abogado Arturo Galecio Gonzales, el comandante presentó un informe a la región policial el 7 de abril de 2015 denunciando la existencia de esta organización criminal y pidiendo ayuda para que sea desarticulada, lo que descartaría su participación en la red.

BÚSQUEDA. El jefe de la Región Policial Piura, general Dennis Pinto, informó que otros cinco integrantes de esta organización todavía se encuentran libres, pero ya cuentan con órdenes de captura, por lo que la Policía inició las acciones para capturarlos.

“Los Cototos” tendrían al menos cuatro años operando en el norte, aunque su centro de actividades era Paita, en Piura. Sus acciones criminales se habían extendido a otras zonas del país como Chiclayo, Chimbote y Lima, según indicó el fiscal Orlando Urbina.

TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR: Piura: Los audios del crimen