En Piura existen urbanizaciones y asentamientos que llevan más de dos años abasteciéndose de agua de cisternas. El problema, lejos de solucionarse, hoy afecta a más sectores. En las últimas semanas, se ha vuelto común ver a pobladores de Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre salir a bloquear las pistas para expresar su descontento contra el deficiente servicio que ofrece la EPS Grau.
El problema de fondo es que la cantidad de agua que se produce no alcanza para satisfacer ni a la mitad de la población. El servicio que con fortuna tiene cada sector es de dos a tres horas diarias. La cuenta es simple y la hacen el gerente de EPS Grau, Marco Vargas Trelles, y el alcalde de Piura, Gabriel Madrid Orue. El gerente de EPS Grau explica que la planta de tratamiento de agua potable de Curumuy produce 600 litros por segundo, cuando lo que realmente se requiere es una producción de 2 400. El alcalde de Piura explicó que la planta nació para atender a 80 000 personas, pero hoy Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre tienen 500 000 habitantes.
Si bien las estadísticas pueden decir que el 45 % de los ciudadanos tiene acceso al agua, no tienen el servicio las 24 horas, explica Madrid Orue, quien ha pedido al Ministerio de Vivienda que se concrete la ampliación de la Planta de Curumuy.
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Los tres distritos tienen dos fuentes de agua, una superficial y una subterránea. Estas no son suficientes para abastecer a la población, ya que la primera ha sido construida con una capacidad menor a la que estaba planeada; y la segunda, está conformada por 41 pozos que no tienen futuro porque su producción se ha reducido, su calidad se ha deteriorado por la excesiva salinidad del agua y, en algunos casos, se ha malogrado, como lo que ha sucedido en la urbanización Bello Horizonte de Piura, cuyos pobladores tienen dos años y medio abasteciéndose con cisternas.
El ingeniero hidráulico Francisco Arteaga Núñez explicó que la población sigue creciendo, lo que conlleva un aumento en la demanda de agua, tanto para el consumo doméstico como para otros sectores como industrias, comercios, colegios y universidades.
Para cubrir la necesidad de agua, se tiene que ampliar la planta de Curumuy. Esta solución la está trabajando el Ministerio de Vivienda, que el tres de mayo publicó el proceso de licitación.
El proyecto se ejecutará bajo la modalidad de diseño y construcción, lo que quiere decir que el contratista elaborará el expediente técnico y ejecutará la obra. Esta ampliación busca beneficiar a 480 000 personas.
Mientras se espera que se adjudique y se ejecute la obra, los ciudadanos de las zonas afectadas seguirán con el deficiente servicio.
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Una de las afectadas es Deysi Gonzales, vecina de Castilla, quien expresó que a pesar de pagar puntualmente sus recibos de agua de 48 soles, no le brindan el servicio de manera eficiente. En una situación similar se encuentra Miguel Astudillo, habitante de Piura, quien relata que solo dispone de agua entre las 5 a. m. y las 9 a. m. Después de esa hora, la cañería está seca hasta el día siguiente. Ruth Sipión, residente del distrito de Veintiséis de Octubre, también detalla que tiene baja presión de agua, lo que dificulta su acceso en todas las llaves de su hogar.
Como ellos, muchas familias tienen que llenar desde la madrugada sus baldes, botellas, ollas y otros recipientes para poder hacer las labores diarias.
Para hoy por la mañana se anunció una protesta en el distrito de Castilla, con la que un grupo de pobladores busca llamar la atención de los funcionarios de la EPS Grau para que les brinden el servicio de agua, pues ya tienen diez días sin el recurso. Ellos estarán en la avenida Guardia Civil, a la altura del cruce de Tacalá, cerca al colegio Pedro Ruiz Gallo.
(Esta nota ha sido elaborada por estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura. Colaboraron: Harumi Menacho, en redacción; Diana Sánchez, Diana Bulnes y Cristina Guerrero, en investigación y Jormar Sagástegui en la elaboración de la infografía).
