Miles de personas acudieron a los camposantos piuranos para visitar al padre que se fue de este mundo, para gozar de la gloria celestial y que desde lo alto alumbran a sus familiares y que mejor que brindarle lo que quizás, no pudieron darle en vida.
Una mañana donde brillaron los momentos para estar junto al padre querido y a través de cantos, ya sea valses, boleros y hasta pasillos, hacerlo partícipe de los momentos que disfrutó en vida.
PUEDES VER: Alianza Francesa de Piura inaugura exposición fotográfica “Fragmentos”
HASTA EL CIELO
Los camposantos sirvieron como centro para recordar a ese ser querido, que partió para ahora disfrutar del trono celestial, pero que no es olvidado por sus hijos.
Hubo canciones, poesías, rezos y hasta bailes, además de compartir con comidas y bebidas, tal como lo hizo el padre que siempre a su manera quiso sacar adelante a su familia.
Una motivación aparte fueron las floreras, que ofrecieron hermosos ramos para adornar los nichos o mausoleos, que incluyeron globos de helio y hasta de pergaminos, todos en memoria del ser que nos dio la vida y que hoy goza del cielo.