La Junta Vecinal Comunal (JUVECO) Tres Culturas, junto a vecinos, artistas, arquitectos y defensores del espacio público, ha expresado su firme rechazo al proyecto “Tanque de tormentas” que se planea ejecutar debajo de la emblemática Plaza Tres Culturas, ubicada en el centro histórico de la ciudad y a pocos metros del río Piura.
Mediante un comunicado dirigido a las autoridades del Gobierno Regional y a la opinión pública, los ciudadanos advierten que el proyecto de drenaje pluvial carece de un enfoque integral, representa un riesgo para las estructuras vecinas y pone en peligro la integridad de un espacio vital para la ciudad.
“Construir un tanque subterráneo en una zona de alta saturación freática, sin un plan maestro de drenaje urbano, es insensato y peligroso”, señala el documento, respaldado por múltiples firmas.
Además del riesgo técnico, los firmantes señalan una seria afectación ecológica, ya que la ejecución implicaría la tala de árboles patrimoniales y la pérdida de un espacio verde con valor histórico y social. “Cada plaza desaparecida es un metro cuadrado menos de bienestar que luego tendremos que reconstruir”, enfatizan.
En el plano urbano, critican que la intervención ignora la topografía, la red de canales naturales y la historia hidráulica de Piura, apostando por una solución improvisada y sin visión ecológica. Califican la propuesta como una “mutilación del tejido vivo de la ciudad”.
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Uno de los aspectos más graves señalados por JUVECO es la falta de consulta ciudadana. Según denuncian, la obra se impulsa sin informar ni dialogar con los vecinos, lo que consideran una imposición autoritaria. “La plaza no es solo terreno, es memoria y comunidad. Gobernar con retroexcavadora, sin ideas ni participación, es una afrenta”, señalan.
También cuestionan el silencio de gran parte de la prensa local, a la que acusan de actuar como caja de resonancia del Gobierno Regional, en lugar de cumplir su rol fiscalizador e independiente.
Ante esta situación, los vecinos y organizaciones firmantes exigen tres acciones concretas: la suspensión uspensión inmediata del proyecto, una auditoría técnica, social, ecológica y legal independiente, y el inicio de un proceso de planificación participativa del drenaje urbano en Piura.
“Resistir es cuidar lo que nos da sentido: la sombra, la memoria y la ciudad que aún podemos ser”, concluye el pronunciamiento.