Veinticinco internas, la mayoría venezolanas, fueron trasladadas del penal de la provincia de Sullana a los establecimientos penitenciarios de las ciudades de Trujillo y Cajamarca.
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El traslado se desarrolló a partir de aproximadamente las 3 de la mañana del domingo 9 de noviembre, cuando un contigente de más de treinta efectivos policiales, llegó al penal situdado en la calle María Auxiliadora, en Sullana.
Ahí, una a una y tapadas con sus colchas y pertenencias, las internas fueron sacadas del estabecimiento y subidas a los vehículos del INPE (Instituto Nacional Penitenciario). Esto, bajo un estricto resguardo policial en los alrededores de la zona.
Las internas, mayormente venezolanas y de otras nacionalidades, así como algunas peruanas que fueron trasladadas a los penales de las ciudades de Trujillo y Cajamarca, purgan condenas por diferentes ilícitos.
Cuatro de ellas por el delito de robo agravado, diez por tráfico ilícito de drogas, dos por violación sexual a menores de edad, dos por extorsión, una por homicidio calificado y otra por tentativa de parricidio.
Asimismo, dos por trata de personas, una por proxenetismo, una por tráfico de municiones y otra interna por otro delito.
Se conoció que el traslado obedeció a que los representantes del INPE habrían tenido información que las internas extranjeras habrían estado revelándose contra las agentes del INPE y habrían estado preparando un motín en el penal de Sullana.
A la vez, se supo que, en los últimos días, se habrían generado peleas en el interior del establecimiento penitenciario, que eran lideradas por venezolanas contra peruanas.





