Tres escuelas emblemáticas inconclusas y observadas
Tres escuelas emblemáticas inconclusas y observadas

Escrito por Luisa Alatrista

Tres colegios emblemáticos están inconclusos en la región , situación que afecta a más de 4,000 escolares. El costo de inversión de estas escuelas supera los 133 millones de soles.

Se trata de las escuelas Carlos Augusto Salaverry en la ciudad de Sullana, el colegio Nuestra Señora de Fátima en Piura, y la institución educativa San Martín en la provincia de Sechura, las cuales están a cargo del Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied) del Ministerio de Educación.

Estas escuelas, que se iniciaron entre los años 2015 y 2018, fueron anunciadas con “bombos y platillos” por el gobierno de turno; sin embargo, los trabajos están inconclusos y observados en perjuicio de la comunidad estudiantil. Incluso en los colegios de Sullana y Sechura, 3,000 alumnos estudian en ambientes prestados bajo condiciones antipedagógicas, de hacinamiento y exposición a los rayos solares.

SALDO DE LA OBRA

En el colegio Nuestra Señora de Fátima, el Pronied viene elaborando el saldo de obra, luego de que el proyecto no haya sido recepcionado por estar inconcluso y observado.

Como se sabe, esta obra se inició en el 2015 pero cuatro años después se rescindió el contrato por incumplimiento de metas. El avance real de la obra era 68% cuando debía estar al 100%.

El saldo de obra comprende la construcción del minicoliseo, cancha deportiva, piscina y obras complementarias como la bomba de agua y central eléctrica propia.

Por segunda vez, el Pronied viene elaborando el expediente técnico del saldo de obra II, luego de que saldo de obra I se haya anulado en el 2019 porque el consorcio encargado de los trabajos acumuló el monto máximo de penalidad.

En ese escenario, el presidente de la Apafa del colegio Fátima, Pedro Tuesta Clavijo, emplazó a los funcionarios del Pronied la culminación total de la obra.

“Pedimos y solicitamos que este año se concluya la obra del colegio Fátima porque hasta donde tengo entendido se hará un expediente con el saldo que falta construir y el levantamiento de las observaciones que han dejado las dos primeras empresas”, indicó Tuesta Clavijo.

Estas observaciones están referidas a las filtraciones en los techos, el sistema de drenaje deficiente y el sistema de bombeo inconcluso.

Pese a estas deficiencias, las alumnas el año pasado iniciaron las clases en los ambientes nuevos, dado que no podían continuar ocupando las aulas prefabricadas en el colegio José Joaquín Inclán, donde se les acondicionó un espacio, porque un incendio en el 2018 las consumió por completo. Finalmente, la obra educativa elevó el costo de inversión de S/23 millones a S/38 millones de soles.

PARALIZADA

Mientras que en Sullana, el panorama es mucho más crítico. Aquí, 1,600 alumnos del colegio Carlos Augusto Salaverry estudian en ambientes prestados en la escuela Amauta desde hace cinco años.

La obra del Salaverry fue adjudicada hasta en tres oportunidades, luego de controversias con los dos primeros consorcios, con los cuales el Pronied terminó rescindiendo contrato por incumplimiento de plazos. Ahora último, la obra está paralizada, por lo que nuevamente se lanzó la convocatoria del saldo de obra.

No obstante, este proceso de adjudicación se ha visto entrampado porque el consorcio ganador presentó una carta fianza de una empresa que no está avalada por la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS).

Pese a esto, el postor apeló y ahora el Tribunal de Contrataciones le dio la razón. En ese sentido, el consorcio Johesa tiene plazo hasta mañana para presentar una nueva carta fianza. De lo contrario, la obra será entregada al consorcio que quedó en el segundo puesto.

Para el director del colegio Salaverry, José Mercedes Cordova Morán, esta situación es insostenible puesto que no hay nada concreto.

Por ello, anunció que hoy viajará a Lima, junto con la comisión de exalumnos, para entrevistarse con el director ejecutivo del Pronied, José Tarazona Minaya, para exigirle plazos concretos. Mientras tanto, indica que por quinto año, los alumnos estudiarán en ambientes prestados en el Amauta, en condiciones inhumanas dado que están expuestos a la radiación solar, polvo y contaminación.

DEMORA

Por último, está el colegio San Martín en Sechura, que se inició en el 2018 y a la fecha está inconcluso. Aquí los alumnos del nivel inicial han sido reubicados en la institución educativa N° 1229, mientras que los escolares de primaria en la escuela Divino Maestro. Todos ellos hacen un total de 2034 alumnos afectados.