Juliaca: Asesinos de comerciante "Don Pepe" habrían actuado con total frialdad
Juliaca: Asesinos de comerciante "Don Pepe" habrían actuado con total frialdad

Tras el avance de las investigaciones, se conocen nuevos datos que revelan la ferocidad y frialdad con que actuaron los asesinos para ultimarlo, descuartizarlo y robarle su mercadería al comerciante, Máximo Neyra Mitma (62), conocido como “Don Pepe”.

El Ministerio Público solicitó detención preliminar de los presuntos asesinos por el lapso de 72 horas para recabar mayores elementos del macabro crimen, que conmovió a la población, en la que están involucrados Franklin Cahuapaza Condori (22), quien fue trabajador del occiso, y Luigui Ronaldo Choquehuanca Masco (22).

frialdad

La hija del infortunado comerciante, Melisa Neyra, narró que la última vez que escuchó la voz de su progenitor mediante teléfono fue el 22 de junio. Esa fecha le dijo que se alistaba para volver abrir la tienda, ya que estaba cerrada durante la cuarentena. Según la policía, “Don Pepe” fue asesinado ese mismo día, dentro del baño de su tienda ubicado en el jirón Moquegua. Franklin y Luigui planearon todo un día antes y ultimaron a combazos, y luego cercenaron el cuerpo al no poder quemarlo.

Sin embargo, días después, actuaron con toda frialdad, como si nada pasara. Hasta el 30 junio, los asesinos respondían mensajes de WhatsApp enviadas al teléfono del fallecido. “No imaginé que mi papá estaba muerto y quien me contestaba era el asesino, las respuestas por WhatsApp eran cortas, solamente decía me estoy cuidando del coronavirus, tú también cuídate hija decía, pensé que estaba ocupado acondicionando la tienda para volver atender al público, por eso no insistía en llamarlo, nos comunicamos por WhatsApp hasta el 30 de junio”, señaló.

Según los policías, estos criminales crecieron juntos, estuvieron en la misma escuela y luego en cuartel. Posteriormente siguen las andanzas, como amigos inseparables. La madre de Franklin es de condición humilde, pues cerca de la tienda de “Don Pepe” vendía arroz con huevo.

Sobre este macabro crimen, los policías hasta el cierre de la nota seguían buscando la parte del tórax, que habría sido arrojado al río Torococha. Los agentes solicitaron maquinarias a la Municipalidad para rescatar el resto humano. Los demás pedazos fueron hallados en letrinas.