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El padre de una niña recién nacida en Yunguyo denunció negligencia médica agravada por la indolencia extrema del personal de salud del hospital de dicha localidad.

Según explicó el progenitor de la criatura, José Callacondo Apaza de 23 años, el día lunes 16, a las dos de la madrugada, internó a su esposa quien tenía trabajo de parto que duró hasta el mediodía del martes 17 en el hospital de Yunguyo.

El tiempo de la demora indicaba una complicación en el parto y, efectivamente, hubo contratiempos que la obstetra no pudo afrontar, por lo cual llamaron a un médico quien, según indican, forcejeó para que el bebé salga y, al hacerlo, le ocasionó una dislocación en el hombro derecho y una posible fractura en el brazo izquierdo.

“Posteriormente nos evacuaron a Puno donde los médicos me dijeron que ya lograron poner en su lugar el hombro derecho y que el brazo izquierdo está ya enyesado”, dijo el padre de familia ante un medio radial.

Luego de ello, le dieron de alta al bebé a quien regresaron al hogar, en el centro poblado de Yanapata, dentro de la provincia fronteriza de Yunguyo.

Preocupación

Ayer, en horas de la madrugada, por el llanto del bebé, los padres decidieron llevarlo nuevamente a un centro de salud de la zona a donde llegó cadáver.

El padre detalló que ante lo sucedido, el personal del salud no se inmutó e incluso le dijeron: “Gracias a Dios se murió tu bebé y se lo llevó Dios, sino habría sufrido porque iba a ser inválida”.

Estas palabras fueron contadas ante los micrófonos de emisoras locales tras lo cual se pidió una investigación sobre la posible negligencia mortal y la señalada indolencia del personal del salud, ante la muerte de un paciente.

El caso ha indignado a los pobladores de Yunguyo quienes mostraron solidaridad con los jóvenes padres de la criatura y pudieron investigación y castigo al personal de salud que atendió. Cabe indicar que la pareja es de condición humilde, pero merecen trato digno.