Luego de casi 24 horas de agonía, la joven cusqueña Amalia Quispe Quispe (23) finalmente no pudo soportar las lesiones sufridas por las dos heridas de bala que le provocó Henry Huallpa Vargas (27), motivado por los celos.
Por indagaciones policiales, se conoció que la discusión sentimental se inició por unos mensajes de texto que la víctima de feminicidio guardaba en su teléfono celular, los que fueron leídos por su victimario.
Testimonios recogidos de algunos familiares, indican que fue Amalia la que contó parte de lo sucedido. Era domingo 10 de setiembre cuando ella y su pareja participaron de una festividad en el distrito de Pomata.
El consumo de licor continuó hasta la madrugada del lunes en un domicilio en el distrito del centro poblado Qollini, junto a ellos también bebía otra pareja. La ahora fallecida alcanzó a decir a sus familiares que la discusión fue iniciada por Henry quien además la golpeó, hasta ahí recordaba mas no supo decir nada sobre los disparos.
Allegados a la familia indicaron que ambos tenían varios años viviendo en La Rinconada y recientemente ella tuvo que irse a Cusco. La distancia fue abono para los celos del varón quien, aseguran, encontró mensajes sugerentes en el celular de ella. La discusión acabó de forma abrupta con un disparo que destrozó el pómulo izquierdo de ella.
Según indicó personal médico, la mujer tuvo tan mala fortuna que bala se desvió al impactar el hueso del pómulo y luego perforó el pulmón, el estómago y finalmente el colon. Prácticamente era imposible salvar su vida, indicaron.
La madre del asesino fue quien halló y auxilió a la joven madre. Primero la trasladó en moto hasta un hospital en Juli donde estuvo todo el día. Hacia la noche, la derivaron al hospital regional de Puno. Según indicó el personal médico, la bala que se alojó en el tórax aparentemente rebotó en un hueso y causó daños en varios órganos vitales.