Efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) rescataron a dos personas que permanecían retenidas y con heridas de bala en una zona dominada por mineros ilegales, en los límites de los distritos de Coasa (Carabaya) y Limbani (Sandia), región Puno.
El hecho ocurrió en el sector de Hatunyunca, a orillas del río Inambari, donde desde hace varios meses se registran enfrentamientos violentos entre grupos de mineros ilegales que disputan el control del área.
De acuerdo con la denuncia de las autoridades locales, el sábado pasado un grupo de delincuentes armados, presuntamente contratados por mineros ilegales de Limbani, atacó a balazos a los trabajadores y comuneros de Coasa. Como resultado, dos personas resultaron gravemente heridas:
- Flora Calsina C. (46 años)
- Demetrio Gozme B. (48 años)
Ambos permanecieron retenidos e imposibilitados de recibir atención médica durante cuatro días, hasta que un contingente de más de 100 policías logró ingresar a la zona y realizar el rescate.

Ataque con armas de guerra
Según informó la PNP, al llegar al lugar, los efectivos fueron atacados con fusiles de guerra por sujetos ocultos en la vegetación. Los agentes repelieron el fuego y dispersaron a más de 50 personas que portaban machetes, palos y piedras mediante el uso de gases lacrimógenos.
Durante la intervención, se incautó una pistola, 16 municiones de largo alcance (calibre 7.62x51), un radio portátil Motorola y documentos personales que serían de los presuntos responsables.
A pesar de la resistencia de los delincuentes, los policías lograron llegar hasta una cabaña rústica, donde hallaron a Flora Calsina y Demetrio Gozme en estado crítico, con heridas de proyectil de arma de fuego. Ambos fueron evacuados de emergencia al Hospital San Martín de Porres de Carabaya.
Los médicos diagnosticaron a Flora Calsina con traumatismo por impacto de bala y posible lesión en la columna, mientras que Demetrio Gozme presenta una herida en la pierna derecha con fractura de fémur y riesgo de infección.

Violencia y tensión en la zona
Como se recuerda, el domingo pasado un primer grupo de policías intentó ingresar al área, pero fue emboscado por mineros ilegales, lo que desencadenó un fuego cruzado. En ese enfrentamiento, una persona falleció y otras dos fueron detenidas.
El jefe policial de Puno advirtió que el conflicto por el control del oro en el río Inambari se ha agravado en los últimos meses y exhortó a que la situación sea abordada por otras entidades del Estado, debido al nivel de violencia y la presencia de armamento de guerra en la zona.