En el Congreso de la República se encuentra el proyecto de Ley N° 1835/2021-CR, que reconoce y denomina al centro poblado de Chijichaya (El Collao) como Capital de la Tunta Peruana; la iniciativa fue presentada por el actual ministro de Agricultura y Desarrollo Agrario, Oscar Zea Choquechambi.
En la motivación, se señala que esta ley tiene por finalidad, incentivar al mencionado centro poblado altiplánico, para que pueda generar innovaciones comerciales, tecnologías e institucionales que contribuyan a mejorar la competitividad y biodiversidad de los pequeños productores de tunta en el Perú.La historia de la tunta es de larga data, empieza con la domesticación de la papa por el poblador andino, como hace ocho mil años, tubérculo que al ser convertido en chuño o tunta, tiene una capacidad de conservación de mucho tiempo.
Se trata de deshidratar la papa amarga que da en tierras altiplánicas, el proceso es natural, puesto que el primer paso es congelar el tubérculo a cielo abierto, por lo que las heladas altiplánicas son ideales para esta producción.
Luego, el producto es la moraya (papa en proceso de deshidratación), la cual es remojada en agua de pozos y ríos, adquiriendo una coloracion blanquecina y liberando su sabor amargo. Una vez, secado naturalmente, la tunta es un producto listo para ser preparado en una diversidad de alimentos.
Según el proyecto de ley, el 70% de la producción de tunta es de Puno, el restante porcetanje se distribuye entre Cusco, Junin, Huancavelica, Ancash y Apurimac. Se agrega que unos cinco mil productores se dedican a esta producción luego de la temporada de cosecha.Los precios de la tunta varían entre 12 a 15 soles el kilogramo del tubérculo deshidratado, pero esto en los mercados locales.Algunos lugareños ya exportan el producto, pero la producción queda reducida ante la gran demanda.