Una reprochable acto tuvieron dos inspectores del Senasa en el distrito Estique Pampa el último sábado por la tarde.
Los funcionarios quitaron dos mandarinas a un niño de 5 años, integrante de una familia chilenos que volvía a la ciudad en el vehículo de placa Z1A-234 tras acudir a los baños termales en el distrito de Ticaco, aduciendo que éstas podrían estar con plaga.
El transportista que brindó el servicio turístico al extranjero César Barriga, su esposa Fanny e hijo, refirió que las frutas habían sido compradas en el mercado Central de Tacna, pero el menor no los comió en el viaje a la provincia de Tarata.