Hace 140 años un puñado de hombres mal armados, pero henchidos de coraje y orgullo para defender su territorio, emboscó y aniquiló a un escuadrón chileno, en lo que llegó a conocerse como la Batalla de Palca, cerca al kilómetro 34 de la actual carretera que conduce a ese distrito.

Esta acción fue conmemorada este jueves 16 de julio a las 18 h con una ceremonia de homenaje virtual, dada la coyuntura por la pandemia del COVID-19, por la Asociación de Descendientes de la Hacienda Palca. Participaron como panelistas los profesores Odilón Farfán, Abel Sotelo y otros dirigentes e invitados.

Wilma Melchor Cohaíla, presidenta de la agrupación, señala que es importante para el orgullo nacional celebrar esta fecha en la que obtuvimos una victoria, al igual como resaltamos las Batallas de Tacna y Arica, el 26 de mayo y el 7 de junio, en la que sufrimos derrotas.

ENFRENTAMIENTO

Destaca que el 16 de julio de 1880, hombres al mando del cubano Juan Luis Pacheco de Céspedes y pobladores de Palca, que entonces se extendía hasta la cabecera de Calana, sorprendieron al sanguinario escuadrón Lautaro, encargado del repase en el Alto de la Alianza y lo desaparecieron. De esta forma se dio una de las únicas victorias que hubo en territorio tacneño durante la Guerra del Pacífico.

Lamentablemente hubo un soldado chileno sobreviviente que escapó a Tacna y retornó con refuerzos que luego se ensañaron con la población andina. Testigos de esta masacre y violaciones posteriores están las fosas comunes conocidas como “hueseras”, ubicadas a lo largo del camino de Tacna a Palca.

RECLAMO

Los descendientes de estos palqueños siguen en la lucha por tratar de que esta acción sea reconocida e incluida en el calendario cívico. Así también anhelan que se coloque un mausoleo y un obelisco como símbolo de esta victoria. La respuesta de la Dirección de Cultura es que no cuentan con presupuesto para iniciar una investigación sobre el sitio y los hechos exactos para reconocerla como una contienda bélica.

“Dicen que no participaron más de 500 hombres, por tanto no puede considerarse una batalla, pero en otros lugares hubo menos combatientes y se les reconoce como batalla, como la de Huamachuco”, reclama Wilma Melchor. Lo cierto es que esta gesta heroica se constituye en imperecedera gracias a que se ha transmitido de padres a hijos desde esos tiempos y ha dejado un legado de valor y resistencia en esta parte del territorio.

(Fotos actuales y de ceremonias de años anteriores)

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