Hasta la sede del Gobierno Regional de Tacna, en la avenida Hipólito Unanue, llegó unas 200 personas que demandaban ser atendidas para ser trasladadas a sus ciudades de origen.

Las personas se expusieron al contagio del COVID-19 al no respetar el espacio de un metro de distancia mientras se aglomeraban en la puerta de la sede regional. Algunos pedían ser incluidos en la lista para poder viajar y otros ser colocados en albergues temporales al no tener recursos para continuar viviendo en hoteles u hospedajes.

Darío Mamani Morales (62) indica que vino desde Pomata (Puno) para trabajar como peón en una chacra hace tres meses, pero se quedó sin empleo desde el inicio de la cuarentena. Se ha inscrito en el GRT para poder regresar a su tierra, pero todavía no recibe respuesta. Son cerca de 400 los puneños que están en la misma situación.

Mientras, el profesor Edwin Ramos Cohaíla, si bien es natural de Tacna, radica junto a su familia en Arequipa y llegó a la ciudad solo para unos tramites personales y quedó varado. Ramos agrupa a 28 personas que piensan retornar a la “Ciudad Blanca” y sostiene que están dispuestos a pagar el pasaje para llegar a su destino.

En tanto hay cerca de 130 las personas inscritas que ayer reclamaban en la sede regional para retornar a Lima ya que están empadronados y no reciben ninguna respuesta. Otro grupo de limeños que no estaban inscritos también pedían ser incluidos e indicaron que son 500 los varados.

Un grupo de 100 personas que provienen del norte y la selva del país también exigían atención y pedían se los traslade a un albergue al estar más de 30 días en la ciudad. Ante los reclamos llegó un contingente policial para tratar de dispersar a los manifestantes para evitar la propagación del virus.

El subgerente de Población, Desarrollo Social e Igualdad de Oportunidades del GRT, Luis Figueroa Zevallos, salió a atenderlos y les informó que se actualizará la listas de inscritos. Se tiene más de 1,000 empadronados y se ha notificado a los gobiernos regionales de donde proceden para que evalúen los casos y alisten los albergues.