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Debido al hacinamiento que existe, 10 reos del penal de Pocollay fueron identificados hace poco como nuevos portadores de Tuberculosis (TBC) sumando así un total de 17 internos con esta infección bacteriana que se contagia a través del aire o por contacto directo de persona a persona.

Es decir, cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos infectados al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos bacilos para quedar contagiada, informó la coordinadora nacional de la estrategia sanitaria de prevención y control de la Tuberculosis, Valentina Alarcón Guisado.

Manifestó que a causa de esta problemática registrada en la mayoría de penales del país, en coordinación con el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) han iniciado una serie de campañas de tamizaje de esta enfermedad y otros males vinculados a fin de evitar su propagación.

Una de ellas es la que ayer realizaron en el reclusorio de Pocollay, donde el personal de la Dirección Regional de Salud (Diresa) evaluó el estado de de los posibles contagiados, tanto a nivel físico como en la toma de muestras de esputo para su posterior evaluación.

Respecto a los 17 presos detectados con este mal en el centro penitenciario que a la fecha alberga a un total de 879 varones, dijo que estos vienen recibiendo el respectivo tratamiento para lograr curarse.

Además indicó que estos fueron aislados mientras cumplen dicho el procedimiento. Anotó que afortunadamente todos los pacientes fueron detectados en estado de sintomático respiratorio; es decir, solo a nivel pulmonar, descartándose así aquellos casos de Resistente y/o Multiresistente, que complica la salud de las personas que adquieren este mal.

“El hecho que estén privados de su libertad no significa que no tengan derecho a la salud. Queremos de esta manera sensibilizar a la ciudadanía sobre los riesgos a los cuales se exponen estas personas por la condición en la cual se encuentran”, expresó.

Cabe anotar que en la campaña los especialistas efectuaron un tamizaje del VIH así como charlas sobre este virus. “Hemos detectado a dos personas con este virus, por lo que vienen llevando adelante un tratamiento antiviral, añadió.

Por otro lado, el jefe del servicio de salud del INPE, Luis Herrera, mencionó que el establecimiento solo cuenta con dos médicos (incluido él), dos enfermeras, un odontólogo y cinco técnicos en enfermería para atender a los 879 presos.

Señaló que además otro inconveniente es la carencia de una infraestructura adecuada para el aislamiento de los pacientes con TBC, pues actualmente se los ubica en una zona que no reúne las condiciones adecuadas para su tratamiento.

Dijo que a diario atienden entre 30 y 35 reos en medicina general, en su mayoría por infecciones respiratorias y gastrointestinales, así como 60 a 70 atenciones en el área de tópico por diferentes afecciones que son atendidas de acuerdo a la disponibilidad de personal asistencial.

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