En Puerto Pizarro han formado un asentamiento humano donde habitan más de 80 familias. La mayoría se dedica a la pesca y construcción. Otros tienen negocio propio.
En Puerto Pizarro han formado un asentamiento humano donde habitan más de 80 familias. La mayoría se dedica a la pesca y construcción. Otros tienen negocio propio.

En la región habitan cerca de 16 mil venezolanos quienes llegaron al Perú debido a la crisis que viven en su país. En han formado un asentamiento humano donde habitan más de 80 familias.

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El coordinador regional de Unicef en Tumbes, José Vásquez Heredia, manifestó que actualmente el número de personas venezolanas que radican en Tumbes sería más de 15 mil esta estimación se ha realizado en función al número de niños en edad escolar, que aproximadamente alcanzan entre 3,500 y 4,000 alumnos.

“Una de las zonas que tiene una población venezolana importante es la villa Puerto Pizarro, además tenemos conocimiento que otros lugares como Aguas Verdes, La Cruz, Corrales y Zorritos también hay bastante presencia de extranjeros”, sostuvo.

Vásquez detalló que de acuerdo a la información de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) siguen ingresando hasta 900 personas venezolanas diariamente al Perú por el departamento de Tumbes, de las cuales algunas se quedan en esta región fronteriza mientras que otros continúan su desplazamiento al sur del país.

“De 900 venezolanos, el 24% son niñas, niños y adolescentes. Unicef viene realizando acciones sobre salud, nutrición, agua, promoción de higiene, educación y protección”, remarcó José Vásquez.

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A resurgir

En la villa Puerto Pizarro un promedio de 80 familias venezolanas han construido sus viviendas rústicas en el asentamiento humano 10 de Junio, más conocido como la avenida Venezuela.

La mayoría de ellos llegó a esta zona porteña a trabajar en la pesca, construcción civil, gastronomía, transporte público, entre otros oficios, con la ilusión de ahorrar y traer al resto de su familia que radicaba en Venezuela.

Wladimir José Barreto Escalona, de 31 años, contó a Diario Correo que llegó el año 2017 a Tumbes, apenas con un poco de dinero para su alimentación.

“Llegué con mi suegro al Perú con la intención de trabajar y ahorrar dinero. Unos amigos nos hablaron para trabajar como estibador de pescado en Puerto Pizarro. Luego como tenía conocimiento de mecánica el dueño de un taller me dio trabajo y después con mis ahorros pude tomar la administración del negocio tras arreglar con el propietario”, manifestó Wladimir Barreto quien además vive en el nuevo asentamiento 10 de Junio.

Por su parte, Radima Rojas Díaz, de 32 años, quien residía en el estado de Miranda, en Venezuela, dijo que llegó en el mes de julio del 2020 a territorio peruano.

“Estuve un corto tiempo en Chincha, en la región Ica, después me vine a Tumbes, donde estuve laborando como ayudante de cocina en un restaurante de Puerto Pizarro, debido a que no tenía para pagar el alquiler de una habitación decidí invadir un lote en el asentamiento humano 10 de Junio. Ahora vivo junto a mi familia”, sostuvo Radima Rojas.

En tanto, Bruno Morales Moreno (50), es natural del estado de Aragua, en Venezuela, tras trabajar en construcción civil consiguió ahorrar dinero y hoy tiene una bodega en el barrio venezolano.

“Gracias a Dios las cosas me están saliendo bien trabajo junto a mi esposa y mis hijos. Tener conocimiento en construcción civil me sirvió para conseguir rápidamente trabajo y traer a mi familia. Seguimos adelante para lograr una mayor estabilidad económica”, precisó Morales.