El exgalán de telenovelas habla entusiasmado del estreno de “Terminal”, su primer corto. Dirigir cine es el nuevo reto que se le presenta en su carrera      (Foto: Rafo Iparraguirre)
El exgalán de telenovelas habla entusiasmado del estreno de “Terminal”, su primer corto. Dirigir cine es el nuevo reto que se le presenta en su carrera (Foto: Rafo Iparraguirre)

Christian Meier está como niño con juguete nuevo.  ¿La razón?, el estreno de su corto “Terminal” en la plataforma Netzun, su debut como director de cine que representa el principio de un nuevo ciclo en su carrera. “Todo se inicia cuando empiezo a a tener la inquietud de buscar otro tipo de papeles y me daba cuenta que mi paso por las telenovelas ya había cumplido un ciclo, por eso, dejé de hacerlas”, nos cuenta el actor desde Los Ángeles, ciudad en la que actualmente reside.

¿Pero cuál fue el punto de quiebre para tomar la decisión de incursionar en un nuevo oficio?

La madurez como actor, como artista que me pedía contar otro tipo de historias. La dirección siempre me  había llamado la atención, pero nunca le había dado la importancia que se merecía porque yo he trabajado siempre. Nunca he tenido tiempo de sentarme y dedicarle tiempo a algo como se debiera.

Y finalmente llegó el momento..

En el 2015 yo termino de hacer Magallanes y decido retirarme de todo, de mi carrera de la actuación por lo menos un par de años, para pasar tiempo en Lima junto a mis hijas, porque ellas ya estaban creciendo, y sabía que en algún momento iban a terminar la escuela y se iban a estudiar a otro lugar. En ese tiempo decidí no trabajar en nada que tenga que ver con la actuación, rechacé todos los trabajos que me dieron y eso me dio el tiempo luego de sentarme a estudiar dirección.

Tomaste el reto con seriedad..

Pensé que la mejor manera para hacer las cosas bien era sentarme en una aula y que me enseñen. No tenía ni idea de cómo hacerlo, entonces vengo a Los Ángeles me meto a una escuela, estudio y cuando termino, escribo este cortometraje y aprovechó todo lo que te brinda esta ciudad para concretarlo.

Tu hijo Stefano estaba en Los Ángeles y lo involucraste en el proyecto.

Escribí la historia aprovechando que mi hijo también estaba aquí y en esa época él todavía estudiaba, no se había graduado. Dije: ‘voy a escribir algo para que actúe él’. Fue así que salió el personaje de un chico joven con una enfermedad terminal frente a un hombre mayor con pocos escrúpulos. Me he dedicado más tiempo a eso, a escribir historias y a proyectos que me gustarían desarrollar en el futuro.

Además de la teoría, en el trabajo diario también se aprende..

Sí, claro, sin duda, yo siempre digo que he tenido los mejores profesores de actuación que existen, porque he tenido la suerte de trabajar con los mejores actores de Latinoamérica y del Perú y me siento muy orgulloso. De la misma manera creo que he tenido la suerte de tener buenos directores, como también muy malos.

Ver a los malos nos enseña lo que no se debe hacer...

De alguna manera, claro que sí, pero creo que además de eso, lo bonito del director es ir encontrando tu lugar en el mundo, tu estilo, tu manera de contar historias y creo que eso los siguientes trabajos irán definiendo. Este primer trabajo mío, de alguna manera, muestra que cosa es lo que tengo yo en la cabeza, como concibo los planos, la manera de contar una historia, creo que está bien escrita, es atractiva. La gente que la ha visto ha quedado encantada, tiene una vuelta que uno no imagina en la historia. El director va encontrando su estilo conforme va trabajando y eso es lo que yo espero en el futuro.

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