Cuentan que en la popular industria de las telenovelas, algunas de sus divas retrasan hasta lo último los papeles de mamá en la ficción, para así poder mantener el rol de dama joven algunos añitos más. Sin embargo, para Fiorella Díaz estas versiones están bien lejos de su realidad a la hora de aceptar un papel que la rete, como el de Mirtha, mamá de Nina Garay (Patricia Barreto) en “Nina de Azúcar”. “El perfil de mamá me lo vienen ofreciendo desde hace mucho tiempo, fíjate que cuando tenía 18 ya hacía de mamá joven en publicidad”, dice la actriz. “Entre Patricia (Barreto) y yo no tenemos mucha diferencia de edad, pero igual, el personaje es precioso, el vínculo que se arma entre ellas dos también. Creo que estamos logrando construir esa imagen de la mamá de Nina, que también está descubriéndose como mujer”, agrega.
Finalmente el oficio de una actriz es hacer su personaje creíble... Exacto, ese es mi trabajo, el trabajo de todos acá, involucrarnos tanto en la ficción para que la gente lo crea. Que en la ficción crean que soy la mamá de Bruno y Nina, mi trabajo está bien hecho.
¿Qué papeles son los que más te motivan?
Para mí, los roles que no haya repetido antes, y sobre todo que el personaje esté tan bien planteado, que no sienta que alguna vez ya los hice. Me atrae transitar por un territorio nuevo, y luego que tenga una historia que pueda desarrollarse con el tiempo para trabajarla con complicidad y profundidad.
¿Recuerdas algún personaje al que no le tenías mucha confianza y que fue creciendo y rebasó tus expectativas?
Recuerdo mucho el personaje de Javiera de la telenovela, “Chapa tu combi”, se me planteó una idea y me pareció un reto enorme. Tenía que ser alguien más grande, mayor en edad, y también jugar con el arquetipo de la malvada de la telenovela, y quería jugarlo de lo más real y verídico posible.
¿Y cómo lo lograste?
Tuve un par de semanas de búsqueda, hasta que yo sentí que después de dos semanas de grabación ya tenía a Javiera, esa energía ya estaba en mí. Creo que ese fue uno de los personajes que me retó, pero al mismo tiempo me abrió creativamente la posibilidad de crear algo en la televisión que fue muy bien aceptado por el público, y actoralmente también fue un gran reto.

Un actor siempre debe proponer, enriquecer un personaje que ya trae sus características.
Siempre te dan un perfil del personaje, una línea en la historia, pero luego, uno puede proponer, al menos yo siempre lo he hecho, el de trabajar, de consultar, si por ahí funciona o no funciona. En televisión todo es muy rápido, entonces, siempre hay que atreverse a probar.
Es mejor proponer, que quedarse en silencio. Porque si te lo guardas, ya pasó el tren, ya pasó el tiempo, ya se establece la historia, y no te da tiempo a corroborarlo. Para mí, creo que lo principal es disponerme yo misma a la versatilidad, es mi gran reto, sea el personaje que se tenga al frente, qué de nuevo tiene este personaje para contarme, para proponerme. Encontrar la versatilidad en la interpretación es como mi faro, diría.
El tantas veces ninguneado melodrama televisivo sigue vigente, el mejor ejemplo es “Nina de Azúcar”.
El melodrama tiene una finalidad de catarsis y también de poder entrar en esa dinámica, que a partir de la ficción, podemos sentir lo que sucede en la vida real. No podemos negar que, a veces, es un género también un poco menospreciado, pero tiene su propia complejidad para la interpretación, tienes con verdad llamar la atención del televidente, por eso se acentúan tanto las emociones, tanto en el drama como en la comedia.
¿La telenovela está tomando giros más dramáticos?
Bueno, la historia empezó con toda una introducción de una comedia de situaciones, pero poco a poco, las líneas de nuestras historias, las líneas dramáticas, iban a llegar con el paso del tiempo. Todo ya estaba pauteado desde el inicio, ahora ya es el momento de ir a fondo con lo dramático.