La antagonista de “Dos hermanas” reflexiona sobre el proceso de las grabaciones en pandemia y del panorama de su gremio para la reactivación
La antagonista de “Dos hermanas” reflexiona sobre el proceso de las grabaciones en pandemia y del panorama de su gremio para la reactivación

A diferencia de su papel de malvada en “Dos hermanas”, las dificultades a la actriz Fiorella Luna la motivan a crecer interiormente. Desde que comenzó la pandemia, enfrentó algunos asuntos pendientes y hoy da gracias por la dura coyuntura que nos obligó a cambiar nuestros hábitos. “La pandemia ha sido un proceso de autoconocimiento que ahora agradezco.

Comencé a dibujar y escribir: eran cosas que me gustaba hacer de chica pero que en algún punto de la adolescencia las abandoné”, revela la actriz que da vida a Martha Ruíz Salinas en el melodrama que protagonizan Melissa Paredes y Mayella Lloclla.

¿Cuál es tu balance de “Dos hermanas”, una novela que inició poco antes de la pandemia, luego se suspendió por varios meses y finalmente se terminó de grabar con esta nueva normalidad?

No ha sido fácil pasar de la libertad de vincularte y llegar al otro sin reparo a actuar pensando en no hacer algo que incomode al compañero de trabajo. Se sentía un poco de miedo pero fueron avanzando las grabaciones y el equipo de “Del Barrio…” nos cuidó muchísimo y nosotros también teníamos el compromiso de hacer lo mismo.

Más allá de reinventarse y adaptarse en este escenario, ¿qué es lo que más te generó dificultades y qué elementos positivos puede haber traído la nueva normalidad?

Yo soy una persona bastante sociable, necesito tener cerca a mis amigos, estar en la naturaleza. Con la pandemia adopté una posición más observadora, me costaba comunicarme, no tenía muchas ganas de hablar, pero esto me invitó a escribir y a valorar mucho más mis vínculos afectivos y la libertad real.

El trabajo actoral a veces es una lucha quijotesca al inicio, ¿cómo te sientes en tu desarrollo artístico?

Me siento muy agradecida porque he tenido la suerte de tener maestros como Jorge “Coco” Chiarella, Alberto Isola y Ramon García, que no solo me enseñaron la técnica, me enseñaron el amor y respeto por el oficio. Este es un trabajo en el que nunca dejas de aprender, y estoy muy contenta por las oportunidades que se están presentando.

Tus colegas se vieron en la necesidad de llevar el teatro a la virtualidad pero algunos no lo consideran teatro propiamente dicho, ¿en tu percepción, cómo analizas este debate?

Debo confesar que, cuando empezó la pandemia, me invitaron para estar en mi primera obra virtual dije que no, que para mí eso no era teatro, pero tenía una necesidad muy grande por actuar, por conectar, así que leí una vez más el texto y acepté. Fue una adaptación de “Mi Muñequita: la farsa” de Gabriel Calderón, dirigida por Carlos Rudas y producida por Butaca C, y la verdad que fue un proceso enriquecedor.

Cambiaste de opinión...

Y gracias a esta obra me dieron una mención del jurado como mejor actriz en drama virtual por oficio crítico. A partir de esa experiencia, nace la idea de seguir investigando este nuevo lenguaje, junto a Alejandra Núñez. Así decidimos organizar “Pantalla Abierta”, que es un concurso de dramaturgia virtual, que busca darle un espacio a las nuevas voces para que vean gestado su proyecto. Muchas veces es difícil conseguir un lugar para mostrar tu obra y pensamos que este espacio podría generar muchas oportunidades.

¿Para ti, es o no es teatro?

Considero que sí es teatro, pero es una nueva manera de hacerlo, combina el aquí y el ahora del teatro con las herramientas audiovisuales, pero tiene la misma búsqueda de seguir conectando entre nosotros y con el público compartiendo una misma historia.

El panorama sigue siendo un poco complicado para el gremio actoral, ¿cómo ves el futuro de cara a la reactivación con aforos aún reducidos?

Tengo sentimientos encontrados. Siento que es necesaria la reactivación y tengo muchas ganas de volver al teatro. Por otro lado, siento que no es sostenible ni rentable; si ya era difícil llevar público a las salas, bajo estas nuevas circunstancias es más difícil todavía. Se necesita un mayor compromiso de nuestras autoridades con este sector, es necesario que se entienda la importancia de la cultura en la vida de las personas.

Fiorella Luna Cunti

Actriz. Egresada del Taller Avanzado para Actores de Alberto Isola, y del Centro de formación actoral Aranwa de “Coco” Chiarella. También realizó estudios de actuación con Ramon García y Miguel Iza, y complementó estudios de Clown escénico con Wendy Ramos.

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