Sorpresa, emoción, orgullo, emociones a flor de piel sintió la cantante y compositora peruana Flor Bromley cuando escuchó su nombre como nominada al Grammy 2026, que otorga la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos. Ser candidata al premio más importante de la música en la categoría de Mejor Álbum de Música Infantil (Best Children’s Music Album) por su producción ‘Herstory’, es una muestra palpable que está en el camino correcto. “Herstory es un álbum que hice para mi hija y para niñas y niños de su edad que necesitan verdaderos modelos a seguir. Hoy, le están dando mucha importancia a lo que es ser influencer, lo que es la fama rápida, por eso, escogí mujeres de cada continente y les escribí canciones, como si yo fuera ellas durante el momento más importante de sus vidas”, dice Bromley, quien radica desde hace 17 años en Estados Unidos donde desarrolla su carrera.
¿Desde un principio planteaste el álbum en inglés, no en español, pensando en un público más global?
Mi álbum en español obviamente me dio mucha alegría tenerlo, pero nosotros vivimos en Estados Unidos, mi hija va aquí al colegio y mi misión con Herstory es ir a colegios para educar e incentivar a la juventud a que aprendan de poderosas mujeres que son nuevos modelos que los inspiren a que sean lo que quieran. Los chicos no necesitan ser influencers para triunfar en la vida.
El mensaje de tu álbum es vital en estos tiempos de mucha violencia social y política.
Eso está pasando en general en el mundo, por eso, mi intención es, hablando de lo que es la violencia doméstica y de lo que es la imagen de las mujeres, poder cambiar esta situación a través de la música, llevando mensajes, modelos e historias que puedan ayudar a transformar esa realidad.
¿Al escribir tus canciones tu peruanidad siempre está presente?
Claro que sí, especialmente porque en Perú estamos muy globalizados con lo que es la música. Yo crecí escuchando chicha, marinera, valses, pero a la vez escuchando punk, rock, salsa, de todo. Tenemos unas influencias loquísimas y viven en mí al momento de crear estas canciones.

¿Cómo ves a la competencia que tienes en la categoría de Mejor Álbum de Música Infantil?
Son amigos míos, excepto Tori (Amos), a quien todavía no conozco. Los demás somos como una familia, el grupo de músicos independientes que escriben para niños en Estados Unidos es pequeño. Todos somos muy unidos.
¿La música para niños es una apuesta artística en crecimiento?
Sí, yo creo que a la gente le falta descubrir lo que es la música para niños. En Estados Unidos hay un poco más de variantes porque hay radios que se dedican a difundir este género, eso falta en Latinoamérica.
¿Muchos asocian a las canciones para niños con las rondas infantiles?
Esas canciones cumplieron su etapa en algún momento de nuestras vidas, pero la música para niños va más allá. Los niños tienen hoy otras influencias, por eso se necesita darles un contenido bien elaborado. Yo creo que los Grammy y Latin Grammy hacen el esfuerzo por exponer y amplificar este tipo de proyectos que mucha gente no conoce.
¿La música ocupa gran parte de tu vida?
Con mi guitarra escribía canciones desde que tenía 14 años, aunque en esa época no estaba consciente del gran regalo de Dios que había recibido. Aquí en Estados Unidos experimenté y desarrollé ese talento que forma parte de mi vida, y que hoy recibe esa nominación al Grammy que dedico a mi país.





