Entre las grabaciones de “El Gran Chef Famosos”, preparar contenido para su canal en YouTube y alistar su próxima boda; Giacomo Bocchio se dio el tiempo para completar el segundo volumen de “Eleva tu juego culinario” (Editorial Planeta), publicación en la que comparte nuevas recetas de la cocina peruana e internacional. “Por el canal de YouTube nació la idea de publicar mi primer recetario, fue un poco difícil porque hubo que escoger las recetas que pensamos iban a ser las que más impacten. Pasó un año y se siguieron sumando más, así que, ahora se me hizo más fácil escoger cuáles serían las elegidas“, dice Bocchio.
¿Cuándo se considera que una receta es buena y efectiva y no solo para los especialistas?
Una buena receta debe ser eficiente y eficaz, una buena receta como documento, debe ser fácil de interpretar de la mano del que la va a hacer, porque el buen cocinero debe poder desarrollar la receta e interpretarla. En el caso del que quiere aprender a cocinar, del que no es profesional, debe recibir una receta que sea fácil de interpretar, que tenga gramajes exactos, cantidades exactas, o si son aproximadas, que las mencionen.
¿Los recetarios con el tiempo han ido evolucionando hacia una interpretación más sencilla? En mi caso, el que se ha simplificado he sido yo, cada vez cocino cosas más sencillas, porque cuando recién abrí el canal en YouTube empecé a hacer preparaciones un poco más técnicas, muy de profesional y no tenían las vistas que tenían los platos más básicos. En lo que yo procuro enfocarme es en esos básicos de la cocina, yo te quiero enseñar la técnica depurada para hacer esos básicos en la cocina, para que no tengas que pensar, sino simplemente ejecutar.
¿Y El Gran Chef también ha sido un laboratorio para saber qué recetas funcionan mejor? Claro que es un laboratorio, por ejemplo, en el programa, cada vez que se hace un lomo saltado o un salteado que tiende a ser un lomo saltado, de cerdo, de pollo, de pescado, de lo que sea, se utiliza uno de los conceptos que yo he enseñado que es la premezcla, hasta la palabra premezcla es un concepto utilizado en mis fórmulas.
¿Aunque tu presencia en el programa de televisión es vital, has pensado ponerle una pausa para emprender otros proyectos? Sí, no sé si terminarlo, acá la palabra clave es interrumpirlo, porque quiero enfocarme en su momento a mi contenido prime, tengo más de 900 mil suscriptores en mi canal en YouTube en este momento, vamos a llegar al millón a finales de diciembre o máximo en la quincena de enero. Nos está yendo muy bien, gracias a Dios, y quiero sacar el contenido premium especializado para un segmento de cocineros que quieren saber aún más de lo que les estoy dando.
¿Para emprender estos proyectos ambiciosos, El Gran Chef no te demanda mucha atención y tiempo?
Así es, pero al mismo tiempo tengo que decir que le tengo cariño a El Gran Chef, porque me ha dado la posibilidad de estar en el prime time del Perú en un canal de señal abierta, compartiendo mis valores, mi identidad, lo que para mi es importante, sin sesgar nada de lo que pueda pensar o decir. He dicho y hecho lo que he querido.
¿Nunca la producción te marcó el perfil que debías tener en el programa?
Me dijeron tú eres el profesor, y lo soy, no es que esté jugando a serlo. Soy chef certificado por la Academia Culinaria de Francia para enseñar a cocinar, entonces yo sí sé enseñar a cocinar, y me encanta además.
Y el plus es que eres transparente, dices lo que piensas.
Así es. Y mi identidad tacneña, mi identidad patriota, mi identidad provinciana, mi identidad conservadora, me demanda a hacer algunos gestos políticos, por así decirlo, que muestran que no todo tiene que ser de esa forma, que hay una forma diferente de hacer las cosas también.
¿Tu forma de pensar te ha traído problemas? Yo le creo a mi padre del cielo, cuál es mi temor, nadie dice que no voy a pasar momentos de dificultad como que ya los he pasado, que me atacan, y me dicen homofóbico, transfóbico, racista, machista, y es para reírme.
¿Cómo lo tomas?
Te da cólera, qué pesado, reniego con esa persona, pero después digo que mi gozo no es de este mundo y me tranquilizo.