La socialité Kim Kardashian ya dejó atrás la tan criticada figura que lucía tras convertirse en madre de la pequeña North West.

Kim, de 33 años, se puso un ceñido vestido negro, valorizado en más de tres mil dólares, y junto a su madre y hermanas se retrataron en las playas de Malibu.

La bella modelo también lució el anillo de compromiso que hace unos días le dio el rapero Kanye West en una romántica .