Laura Spoya: "Fui la típica mujer que no se quería casar ni tener hijos"
Laura Spoya: "Fui la típica mujer que no se quería casar ni tener hijos"

Desde que Laura Spoya decidió mostrarse al público como la persona que es en casa, con su esposo, amigos o familia, se ganó la simpatía de miles de personas en las redes sociales. No solo cuenta sus vivencias de vida, sino que ha encontrado un punto en que, sus más íntimos recuerdos, son compartidos por un público que gusta de reír con sus ocurrencias. Hoy en día se prepara para ser madre y de esta experiencia, entre otros pasajes de su historia, nace “La loca espera”.

¿En qué consistirá tu nuevo show de comedia?

Este show iba a ser una continuación de “Laura Spoya: Sin Censura”, pero pasó que, a la mitad de la gira, me enteré que estaba embarazada. No había manera de hacer el show con mi panza, por eso me mandé con algo nuevo. Es demasiado divertido. Es el embarazo a “calzón quitado”, no como dicen las bloggers: “Todo color de rosa y hermoso”. Es algo maravillosamente caótico, con trastornos psicológicos que pasan en estos meses. En un momento te quieres y en el otro te odias. Yo lo vivo de forma muy relajada.

A diferencia de tu unipersonal anterior, sobre este aprendes en la marcha, ¿cómo es el proceso creativo?

El primer nombre que era tentativo fue “La espera desespera”, porque siento que tengo 10 meses ya. Es dulce esperar un bebé, pero es desesperante, más que todo, por la gente. Me voy a burlar de los dichos de las tías, abuelitas, etc., y no solo hablaré de la maternidad. Todas las mamás lo viven. Fui la típica mujer que dijo que no se quería casar ni tener hijos. Era rebelde, un desastre. Mi madre me decía: “El día que tengas una hija vas a pagar todas las que me has hecho”, y me mandan a la “Brittany”.

Si bien fuiste Miss Perú 2015, enfatizas que eres “fina con esquina”. ¿Qué significó para ti romper con los moldes de una reina de belleza? 

Antes vivía, como le pasa a mucha gente, atrapada en un clóset. Desde el día que decidí mostrarme como soy, y no como en el Miss Perú donde mantuve el perfil de portarme bien y ser una mujer más ejemplar, me di cuenta que habían muchas apariencias. Decidí mostrarme como era yo, una Miss diferente, porque somos mujeres reales. A veces bromeaba en que mi talento era abrir cervezas o cantar reggaetón, por ejemplo. No siento que rompí moldes en general, sino con el mío.

¿Con qué te encontraste cuando te mostraste como Laura Spoya? 

Cuando empecé a hacer stand up comedy, mi profesora en México me dijo que, como fui Miss, tenía que hablar del tema. Empecé a reírme de mi misma y contar, desde mi propia experiencia, cómo era ser reina de belleza cuando no encajas en ese molde porque la gente ya me conoce. Es un tema de apariencias. Jessica Newton, una muy amiga mía y que la gente la ve como una persona alzada, le encanta la salsa y nos hemos ido a tomar juntas. Es muy divertida porque es una mujer real, solo que la gente no suele ver más allá de las pantallas.

La naturalidad con la que te muestras en tus redes sociales, ¿crees que fue la clave para conectar con el público? 

Es lo que más valoro de la gente que me sigue, porque logro todas mis metas. Mucha gente se siente identificada con mis shows, sobre todo, mujeres que hacen catarsis conmigo. Cuando cuento que “me rompieron el corazón” o “el novio con el que pensé estar toda mi vida”, antes me quería morir, pero ahora lo tomo con humor y digo: “Cómo fui tan estúpida y él siendo tan feo”. Me burlo de eso. No solo doy contenido, sino consejos de la vida. Lo divertido es que mi esposo (Brian Rullan) me deja ser yo misma. Eso significa haber encontrado el amor.

La frase “Nosotras no estamos locas, son ellos las que nos desquician” suena divertido. Es utilizar el humor sobre un tema que, ¿podemos decir es real? 

Yo digo que sí. Es un mundo. Somos completamente diferentes. Mientras nosotras vemos siete colores, los hombres ven blanco y negro. Mientras, a veces, pensamos en miles de cosas y nos preguntan: “¿En qué piensas?”, nos quedamos mirando a la nada. Creo que es por falta de comunicación que nos desquiciamos (risas).

¿Qué temas consideras que te faltan abordar? 

Me faltan muchísimos temas. Estoy comenzando a abordar parte de mi adolescencia, quizá parte de las relaciones pasadas. Los he tocado de forma muy superficial, pero sé que se puede explotar más. He tratado las rupturas amorosas, ahora quiero hablar sobre el matrimonio, porque me sigue mucha gente que busca conocer sobre ese momento en la vida. También quiero abordar temas del Perú, yo viviendo del extranjero.

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